El 'billete verde' baja hasta las 1,426 unidades por euro y el 'Brent' acaricia los 70 dólaresmadrid. Al filo de las tres y media de la tarde de ayer, el Ibex 35 caminaba en torno a los 10.195 puntos, equivalentes a una subida del 0,4 por ciento con respecto al cierre del día anterior. Aún restaba algo más de media hora para que se conociera el dato más importante del día en Estados Unidos, consistente en las cifras de ventas de viviendas de segunda mano del mes de junio. Aunque éstas fueron mejores de lo esperado, no resultó necesario esperar a que se difundieran para que los ánimos se caldearan en los parqués. El festival comenzó a las 15.30 horas. Coincidiendo con el toque de campana en Wall Street, el ejército de los alcistas pasó al ataque. El movimiento fue concatenado y tuvo al dólar como epicentro. A esa hora, el billete verde, que transitaba por los máximos del día -ver gráfico-, se dio la vuelta. En poco más de dos horas pasó de los 1,418 a los 1,426 dólares por euro. Simultáneamente, el petróleo también esprintó. El barril Brent, de referencia en Europa, se estiró desde los 66,5 hasta los 69,5 dólares. Y lo mismo ocurrió con la bolsa. El Ibex, que antes se resistía a superar los 10.200 puntos, aceleró hasta los 10.369,8 puntos. ¿Mera coincidencia? No, se trató de la prolongación de la secuencia que se viene viendo en los últimos meses, según la cual el dólar sube cuando retorna la desconfianza y baja cuando los ánimos regresan. Como reconoce David Karsbol, economista jefe de Saxo Bank, "el apetito por el riesgo se ha incrementado dando forma a un arco casi ininterrumpido", una tendencia que tiene al billete verde como protagonista. No en vano, los inversores institucionales están utilizando el dólar como la moneda en la que obtener una financiación barata, aprovechando los reducidos tipos de interés en EEUU, que luego emplean para adquirir activos potencialmente más rentables. Es decir, lo usan como el trampolín con el que impulsar sus compras, algo que, cuando ocurre, acentúa la debilidad de la moneda norteamericana. Ventas de bonos La fragilidad también se apoderó ayer de los bonos. La búsqueda del riesgo alejó a los inversores de la deuda pública, con el consiguiente repunte de los rendimientos, que suben cuando el precio de los títulos baja. Así, la rentabilidad de los bonos españoles a 10 años pasó del 3,99 al 4,03 por ciento. En el caso de los títulos británicos, creció del 3,83 al 3,96 por ciento, después de que uno de los miembros del Banco de Inglaterra, Andrew Sentance, afirmara que las previsiones que se anuncien durante el próximo mes determinarán si la entidad detiene su programa de compra de deuda.