El presidente de la Fed podría preparar el terreno para desmontar el actual arsenal monetamadrid. En 1978, los senadores demócratas Hubert Humphrey y Augustus Hawkins promovieron una ley que pasó a la posteridad con sus respectivos apellidos, aunque su nombre oficial fue el de Ley de Pleno Empleo y Crecimiento Equilibrado. Además de sancionar que los esfuerzos de la política económica y monetaria debían consistir en buscar el máximo empleo posible con el crecimiento más estable, estableció que el presidente e de la Reserva Federal (Fed), el banco central de Estados Unidos, debía comparecer dos veces al año ante el Congreso y el Senado para pasar revista al estado de salud presente y futuro del país. Desde entonces, y como consecuencia de aquella propuesta, esas audiencias se conocen coloquialmente como las comparecencias Humphrey-Hawkins. Y desde mañana Ben Bernanke, el actual presidente de la Fed, se enfrentará a esta sumarísimo examen. En esta ocasión lo hará con tres grandes asuntos sobre la mesa. En primer lugar, Bernanke deberá pasar revista a la situación en la que se encuentra la economía norteamericana y, sobre todo, especificar cuándo podría regresar a la senda del crecimiento. En este sentido, las actas correspondientes a la última reunión de la entidad ya incluyeron que la Fed ve el panorama con mayor optimismo. Así, prevé una contracción comprendida entre el 1 y el 1,5 por ciento para este año, cuando en abril anticipa que la caída oscilaría entre el 1,3 y el 2 por ciento. Al mismo tiempo, el presidente de la institución podría aportar pistas sobre cuándo y cómo empezará a desmontar la histórica batería monetaria que ha puesto en marcha. Por el momento, las expectativas del mercado no contemplan subidas de los tipos de interés oficiales, que están situados entre el 0 y el 0,25 por ciento desde diciembre, hasta enero de 2010. Y en tercer término, deberá exponer y defender las razones por las que, desde su punta de vista, la Fed se ha hecho merecedora de asumir más atribuciones dentro del sistema financiero estadounidense.