Inmocaral, Colonial y Riofisa han copado el furgón de cola con caídas entre el 5% y el 12% madrid. El viernes 19 de enero, Inmocaral inauguraba el baile de ofertas públicas de adquisición (opas) en 2007. La compañía presidida por Luis Portillo se descolgaba con una oferta sobre Riofisa, una de las inmobiliarias que salió a bolsa durante 2006. De este modo, el sector del ladrillo, como se le conoce coloquialmente, lanzaba su candidatura oficial para mantenerse como uno de los principales protagonistas de los parqués este año, como ya ocurrió durante el pasado ejercicio. Pero la maniobra de Inmocaral también sirvió para confirmar una de las máximas más empleadas en los mercados. En concreto, la que establece que se compra con el rumor y se vende con la noticia. Si durante las tres primeras semanas del año las tres inmobiliarias se habían colado entre las veinte empresas que más habían subido dentro del Índice General de Madrid, con revalorizaciones comprendidas entre el 15 y el 26 por ciento, en el conjunto de las cinco últimas sesiones han caído al furgón de cola. El mayor castigo lo ha sufrido precisamente Inmocaral. Sus acciones han perdido un 11,8 por ciento, hasta los 5,3 euros. Sólo Zeltia, que ha cedido un 15,4 por ciento, ha arrojado un balance semanal más negativo. Colonial, la inmobiliaria sobre la que Portillo ya se lanzó con éxito en 2006, ha retrocedido un 8,1 por ciento, hasta los 71 euros. Y Riofisa, una empresa que dio el salto al parqué el pasado mes de julio, ha bajado un 5,6 por ciento, hasta los 43,63 euros. Es decir, los títulos han corregido su tendencia alcista y se han situado por debajo del precio ofrecido por Inmocaral, que es de 44,31 euros. Según fuentes del mercado, las importantes subidas previas de estos valores, que han incentivado la recogida de beneficios, y la incertidumbre sobre las cargas financieras de la voraz Inmocaral laten detrás de las importantes caídas vistas esta semana.