España pide un "respiro regulatorio" y Bruselas le riñe por retrasar la MiFIDI. G. / P. V. madrid. Se puede decir más alto pero no más claro. El gobernador del Banco de España pidió ayer a la Unión Europea que se relaje en la implantación de normativas comunitarias, por el alto coste que supone su implantación. "Sería deseable que se produjese un cierto respiro regulatorio en el ritmo de grandes reformas normativas en el ámbito de la Unión Europea, con repercusiones significativas en la estructura organizativa de las entidades y en sus recursos humanos", apuntó Miguel Ángel Fernández Ordóñez, que a partir de ahora pasa a eludir en los comunicados su segundo nombre, Ángel. Sólo de esta forma, "se ayudaría a que todos los interesados puedan asentar y consolidar los cambios de la Directiva Europea de Servicios de Inversión (MiFID en sus siglas en inglés) y de las otras normas recientes", indicó el gobernador en unas jornadas organizadas por la CNMV sobre la protección del inversor en la MiFID. Un foro en el que se puso de manifiesto lo retrasado que va España en la transposición de esta directiva, que en principio estaba fijada para este mes. De hecho, esta tardanza sirvió a Sabino Forniés de la Comisión Europea para dar un tirón de orejas a la CNMV: "Se hubiese podido llegar si se hubiesen dedicado los recursos necesarios, pero no se ha hecho", comentó. Incluso, mostró un tono duro al recordar a Manuel Conthe que esta transposición no ha pillado de sorpresa, ya que se sabe desde hace dos años. De hecho, la preocupación por cómo quedará la directiva se palpó en los participantes, con preguntas a la CNMV, que ésta no supo contestar.