El índice de referencia de las bolsas españolas despide el año con una espectacular subida del 31,79%madrid. La mayor tristeza este año es que se acaba. Es muy duro tener que decir adiós a un ejercicio tan excelente para las bolsas europeas, que han vivido su cuarto año consecutivo de avances. Además, la mayor pena la llevan dentro los inversores españoles, que han vivido en sus carnes las alzas más fuertes de todo el Viejo Continente. El principal índice español, el Ibex 35, se ha apuntado un 31,79 por ciento en 2006, una revalorización que no se veía desde 1998, cuando subió un 35,5 por ciento en plena euforia tecnológica. Su fuerte racha le ha permitido tocar en el último mes máximos históricos en los 14.387,6 puntos, aunque ayer terminó el ejercicio en los 14.146,5 puntos. Con toda esta fortaleza, el faraón español ha conseguido escalar más de un 130 por ciento desde 2003 y olvidar así todos los temores del boom de Internet. Además, como no podía ser menos, estos repuntes han venido acompañados de un fuerte volumen de negocio, ya que en todo el año se han negociado casi los 1,14 billones de euros, una cifra récord para el parqué español y un 35 por ciento más que en 2005. Además, la capitalización del Ibex 35 ha conseguido sobrepasar la cota de los 500.000 millones de euros por primera vez desde su nacimiento.Sin embargo, el resto de los inversores europeos no ha podido seguir este fulgurante ritmo: el francés Cac-40 ha ganado un 17,53 por ciento en 2006; el alemán Dax-Xetra, un 21,98 por ciento, y el británico Ftse 100, un 10,71 por ciento. Por su parte, el estadounidense Dow Jones ha conseguido despertar, tras su plano comportamiento de 2005, y ha subido un 16,29 por ciento.Con el ejercicio cerrado, el balance es que el mejor regalo que han tenido las bolsas durante 2006 ha sido el importante auge de los movimientos corporativos. Las favorables condiciones crediticias, apoyadas por unos bajos tipos de interés que están en el 3,5 por ciento, han estimulado una alta liquidez en los mercados. Las empresas, con un importante flujo de caja y una reducida deuda, se han inclinado por las compras para crecer en una economía cada vez más globalizada. De hecho, el importe total de las operaciones de fusiones y adquisiciones mundiales ha llegado a superar los 3 billones de euros, superando el récord que hasta ahora ostentaba el año 2000. El mercado español ha sido uno de los más destacados en este sentido, ya que se han aprobado veinte ofertas de compra por un total de 100.500 millones de euros. La más importante ha sido la que lanzó en el primer trimestre la acerera Mittal Steel sobre el cien por cien de Acelor.A este factor se han unido unos positivos resultados empresariales, que han vuelto a batir las previsiones de las firmas de inversión. Las compañías europeas han presentado crecimientos de su beneficio neto próximos al 20 por ciento, gracias a un saneamiento del balance y una importante estructura de costes. En este sentido, las españolas también han marcado historia, ya que sus resultados han crecido más de un 35 por ciento en los nueve primeros meses. Esta mejoría empresarial también ha venido de la mano de la recuperación de la economía de la zona euro, que crece a su mayor tasa en cinco años: cercana al 3 por ciento, con una inflación contenida.A pesar de toda esta bonanza, las bolsas europeas no están caras. Salvo el Ibex 35, que ya cotiza en línea con la media histórica del PER (veces que el beneficio está incluido en el precio) de 15,5 veces -en concreto, en las 14,5 veces-, el resto de indicadores tiene todavía atractivo. Por ejemplo, el indice de referencia de la zona euro, el Euro Stoxx 50, se encuentra en las 12,4 veces.