Un borrador contempla recortes de la retribución de las inversiones en la red de transporte de gasLos gestores confían en que el Ejecutivo no adopte medidas de ostracismo para estos títulosmadrid. Los títulos de Enagás y REE sufrieron el castigo lógico que se puede esperar para dos valores de bolsa que los inversores consideran casi de renta fija. La redes de transporte de gas y electricidad tienen un sistema de retribución estable en función de la utilización, mantenimiento de sus instalaciones y nuevas inversiones. ¿Pero qué ocurre si las reglas de juego se cambian? Esto es lo que el mercado interpretó en la jornada de ayer al conocerse el borrador de la nueva retribución para Enagás, que fijará una rentabilidad entre el 4,5 y el 7 por ciento para sus inversiones. Aunque durante la sesión fuentes ministeriales y de la compañía de transporte de gas garantizaron que la retribución se situará en el rango alto de esta horquilla, el resultado fue que Enagás acabó cayendo un 11,85 por ciento, hasta 18,15 euros, y REE, un 8,6 por ciento, hasta 32,1 euros.Con una remuneración en torno al cinco por ciento, desde Enagás se reconoce que difícilmente saldrían las cuentas, lo que, como segunda lectura, pondría muy cuesta arriba una paquete de inversiones comprometido hasta 2011 de 4.300 millones de euros. Otra cosa es si la remuneración se fija en torno al siete por ciento, que aunque sí supondría un recorte respecto a pagos anteriores, no convertiría el negocio de Enagás en poco rentable ni dificultaría las nuevas inversiones. Lo que sí provocaría esta medida, si la confirma el Ejecutivo en función de los términos en que se ha filtrado, es que el beneficio futuro de Enagás se resentirá en un porcentaje elevado. En este sentido, la expectativa de que el resultado neto de Enagás continuará creciendo al 15 por ciento en los próximos años, como estimaba la mayor parte de bancos de inversión, se encuentra en tela de juicio (ver cuadro). De aquí la incertidumbre que rodeará al valor en las próximas fechas. Merrill Lynch cambió ayer su recomendación de comprar por neutral.En el caso de REE, el pánico se contagió por el temor de que las medidas filtradas en el borrador para el caso de la distribuidora de gas tengan su continuidad en su marco regulatorio.Los optimistas, contrariados¿Estaban los descensos justificados? "Hay muchos rumores y especulaciones. Todavía no sabemos cómo quedará definitivamente el texto", comenta Andrew Lynch, gestor del fondo de inversión Schroders European Dynamic Growth, que hasta ahora se mostraba muy optimista con ambos títulos, en los que invierte cerca de 150 millones de euros en conjunto (más de un 2 por ciento de su cartera en cada valor).En su opinión, si se confirma que la propuesta se aprueba en los términos que maneja el Ejecutivo, "la reacción con Enagás sería adecuada, aunque con Red Eléctrica sería excesiva".Lynch, que ayer no vendió títulos de las compañías, asegura que si finalmente la rentabilidad para las inversión se fija en el siete por ciento, como se rumorea, "apenas cubrirían el coste del capital, que ronda el siete por ciento y desincentivaría que las compañías realicen las inversiones en infraestructuras que ahora son necesarias".Este gestor confía en que la brusca reacción de ambas acciones "hayan sorprendido al regulador y al Ejecutivo y les lleve a pensar elevar la rentabilidad para que las empresas puedan seguir invirtiendo en infraestructuras".