"Aunque China ha progresado demasiado poco en la introducción de una mayor flexibilización del tipo de cambio del yuan, [...] la Secretaría del Tesoro no puede determinar que China manejó su sistema cambiario en la segunda mitad de 2005 con el propósito de prevenir los ajustes de la balanza de pagos o ganar un ventaja competitiva desleal en el comercio internacional". De este modo, el Tesoro estadounidense, el brazo económico de la Casa Blanca, anunció en el informe que realiza semestralmente sobre la situación de las divisas en el mundo que "no encontró los requerimientos técnicos" necesarios para acusar al gigante asiático de manipular su divisa, el yuan, para obtener un beneficio comercial con ello. Finalmente, por lo tanto, Estados Unidos no dio el paso que hubiera dinamitado la situación comercial internacional, puesto que, en caso de haber nombrado a China 'socio manipulador de divisas', podría haber impuesto tarifas o aranceles especiales a los productos procedentes del país asiático, con todo lo que ello hubiera supuesto en las relaciones entre ambos gigantes. ¿Que implicaciones tiene esta decisión en el mercado de divisas? Por un lado, China vuelve a tener margen para imprimir su propio ritmo en la subida del yuan, cuyo valor ha aumentado un 3,3 por ciento desde julio de 2005. En cuanto al dólar, puede respirar aliviado. Si EEUU hubiera tomado la decisión contraria, su divisa podría haber sufrido a corto plazo por la respuesta que hubieran decidido las autoridades chinas, que son los mayores poseedores de dólares del mundo. Por lo tanto, el mercado de divisas se quita un factor de incertidumbre de encima, que no es poco.