El beneficio caería un 5% si los intereses suben un punto másmadrid. Las subidas de los tipos de interés cumplirán un año el próximo viernes en la zona euro. El 1 de diciembre de 2005, el Banco Central Europeo (BCE) puso fin a la sequía de movimientos atravesada desde junio de 2003 y elevó el precio oficial del dinero del 2 al 2,25 por ciento. A ese primer movimiento le han seguido otros cuatro más, también de un cuarto de punto, que han llevado a los intereses hasta el 3,25 por ciento vigente en la actualidad. A lo largo de estos doce meses, tanto los expertos como las compañías y los inversores han reaccionado con naturalidad a la secuencia de incrementos, porque los tipos partían de niveles históricamente reducidos. De hecho, aún lo siguen estando pese a los repuntes llevados a cabo. La mejor demostración de ello consiste en que ni la bolsa ni los resultados empresariales han temblado ante dicha subida. Así, desde diciembre de 2005 el Ibex 35 ha acumulado una revalorización del 30 por ciento. En cuanto a los beneficios, lejos de caer, han mantenido su senda alcista. En los nueve primeros meses de 2006, las empresas integrantes del Ibex -sin incluir Inditex, que tiene un año fiscal diferente- han ganado en conjunto 29.550,2 millones de euros, un 33 por ciento más que en el mismo periodo del ejercicio anterior. Situación diferenteSin embargo, el grado de sensibilidad varía con el tiempo. Es decir, las subidas de los tipos de interés no provocan las mismas consecuencias en los primeros momentos que cuando el ciclo ya acumula una racha prolongada de repuntes. A medida que el banco central correspondiente continúa tensando la cuerda monetaria, los impactos pueden ser mayores. Este hecho no pasa desapercibido para las firmas de inversión, sobre todo porque el BCE aún tiene abiertas las puertas a nuevos incrementos. "Una subida adicional de 100 puntos básicos -un punto porcentual- tendría un efecto negativo en el crecimiento del beneficio antes de impuestos: supondría una caída del 1,5 por ciento en los resultados brutos de las compañías europeas y del 5 por ciento en el caso de las españolas", explica Marisa Mazo, directora de estrategia y análisis de Ahorro Corporación. ¿Por qué provocaría un mayor impacto en las empresas españolas? "Por el elevado endeudamiento contraído en los últimos años", añade. Esta realidad es consecuencia de la frenética actividad compradora protagonizada por las compañías españolas. Así, la deuda conjunta de los integrantes del Ibex 35 -sin incluir los bancos- asciende en la actualidad a los 205.000 millones de euros, un 95 por ciento más que en 2001. Unos intereses más elevados incrementarían la carga financiera de las empresas, de ahí las previsiones de Ahorro Corporación. En este sentido, las previsiones actuales apuntan a que el BCE podría aumentar los intereses 75 puntos básicos más, hasta situarlos en el 4 por ciento a mediados del próximo año. De hecho, los subirá con toda seguridad un cuarto de punto, hasta el 3,5 por ciento, en la reunión que celebrará el 7 de diciembre.