Las turbulencias que ha provocado en el mercado financiero el coronavirus han pillado de lleno al de deuda corporativa, que ha visto cómo el diferecial del grado de inversión con el bono alemán a 10 años se ha disparado hasta máximos no vistos desde la crisis de deuda periférica en 2012. El mercado de emisiones de bonos se ha cerrado para las empresas, que en estas semanas apenas han podido colocar su deuda ante la huida despavorida de los inversores. En esta situación, las empresas españolas tendrán que afrontar vencimientos de bonos, según los datos de Bloomberg, por más de 60.000 millones de euros de aquí a fin de año y, si la situación no cambia, lo harán en un contexto mucho más complicado del que disfrutaban hasta el momento."Nuestro escenario ahora es una recesión y esperamos que el diferencial del grado de inversión se sitúe a fin de año en 140 puntos básicos. Históricamente, este se ha situado entre 150 y 400 puntos básicos durante periodos de contracción de la economía, por lo que nuestra previsión está incluso por debajo de lo que normalmente asociaríamos con una recesión. Esto refleja una expectativa de que los diferenciales en ese momento reflejen los primeros pasos de una recuperación más que el pico de la recesión", explican los analistas de Citi.La primera gran compañía que tiene un vencimiento importante es Iberdrola, a la que este lunes 23 de marzo le vence una colocación de 1.100 millones de euros y el 26 de marzo CaixaBank verá tocar a su fin una colocación por 1.500 millones –ver gráfico–. Más allá de estas dos emisiones concretas, no hay grandes colocaciones que toquen a su fin durante los próximos días, si bien casi todas las grandes empresas del Ibex tendrán que afrontar vencimientos relevantes de aquí a fin de año, por lo que será necesario vigilar el mercado de deuda en busca de ventanas de oportunidad para financiarse. En este contexto, Jesús Garrido Martínez, director de Mercados de Deuda en ING Wholesale Banking en España y Portugal, considera que las empresas "han hecho bien los deberes desde la ultima crisis, y tienen posiciones de liquidez bastante solidas". Así, considera que podrían buscar otras vías de financiación durante los próximos meses. "Esto está haciendo que por el momento estén evaluando el acceso a la liquidez a través de las líneas bancarias disponibles y de los programas de financiación a corto plazo en papel comercial. Dada la ampliación de los niveles de financiación en los mercados de bonos, pensamos que esta opción será la última que contemplen y solo si la situación de estrés perdura en el tiempo, veremos un aumento del mercado primario", concluye Garrido.La mayor tensión se ha vivido en la deuda corporativa sin grado de inversión, cuyo diferencial con el bono alemán a 10 años ha llegado a dispararse hasta los 950 puntos básicos, incluso por encima del pico de la crisis de deuda periférica, pero aún por debajo de los máximos marcados en la gran crisis financiera. "Cualquier tipo de empresa se enfrenta a un panorama complicado para emitir en estas fechas, fundamentalmente porque asistimos a una ventana cerrada de emisión, y la apertura de la misma no está en manos del emisor de bonos actualmente. Sin duda, las empresas que se entienden más afectadas de manera directa por la situación, se presupone que tendrían más difícil el acceso a los mercados, también aquellas que en general tienen una peor calificación crediticia. Pero, actualmente, están los mercados tan rotos y hay tan poca confianza, que creo que en general estamos en un momento de mal de muchos", indica Jesús Sáez, director de Mercado de Capitales de Natixis.Las grandes emisionesEl sector que copa la inmensa mayoría de las colocaciones que vencerán este año es el bancario, que ha sufrido un fuerte rejonazo en esta crisis. La colocación de mayor volumen que tocará a su fin de aquí a fin de año corre a cargo de BBVA, con una operación de 3.000 millones de euros cuyo vencimiento se sitúa en septiembre.Por su parte, el Santander tiene sendas emisiones de 2.500 millones de euros que vencen en julio y mayo –ver gráfico–. Del mismo modo, Sabadell tiene dos colocaciones por 1.500 millones de euros y CaixaBank, otra por otros 1.500 millones de euros. El sector financiero ha sido uno de los más golpeados con esta crisis y en el mercado de deuda esto se ha dejado notar especialmente en las emisiones con menor grado de prelación, pero hasta la rentabilidad de la deuda senior ha pasado de situarse en la zona del 0,6% a ascender al 2,5%, elevando considerablemente el coste de financiación de las futuras emisiones de la industria. Fuera del sector financiero, a Telefónica le vencen 1.250 millones de euros de una emisión en el mes de octubre además de la ya mencionada por 1.100 millones de Iberdrola. Asimismo, Repsol verá como a finales de mayo toca a su fin una colocación por 1.200 millones de euros. En el caso de la petrolera su mayor problema se refleja en el desplome de los precios del crudo, que deja a todo el sector en una situación delicada, si bien es cierto que la española es una de las firmas que mejor aguantan los bajos precios.