El año 2020 no le está sentando bien a Daimler. La multinacional alemana recibe su peor recomendación desde 2008. Solo el 22% de los analistas que monitorizan a la compañía aconseja comprar, mientras que el resto se posicionan en vender o en mantener. De hecho, la firma alemana no recibía tantos consejos de venta en la última década.Los expertos de Sabadell señalan que "aunque de los fabricantes de equipos originales alemanes es la que más recorrido tiene, sobre todo, si recupera los márgenes previos a 2018, también es la que presenta un mayor riesgo a corto plazo, debido a su descuento por holding y a su ciclo de producto en Mercedes". Auguran que el dividendo será el gran damnificado y quedará por debajo de las previsiones, que actualmente lo sitúan en 1,55 euros por acción, muy lejos de los 3,59 euros estimados a principios de 2019. El efecto de está caída en las recomendaciones ya se deja ver en la cotización de la compañía, que se hunde un 20,8%, este año, el segundo mayor desplome de todo el EuroStoxx 50 (solo lo hace peor Ab InBev, que cede un 24%).Los pronósticos de ganancias de Daimler para este año tampoco son motivo de alegría. Las previsiones de los analistas han caído un 12%, con respecto a los primeros augurios de principios de enero. Se espera que el grupo alemán gane 5.010 millones de euros este año, es decir, 700 millones de euros menos de lo previsto hace dos meses. Alcanzar dicha cifra supondría doblar los beneficios que obtuvo en 2019, pero está muy alejado de los 7.249 millones de euros de 2018. De nuevo, consigue el récord de la mayor bajada de previsiones en el EuroStoxx 50.Demasiados desafíosEste 2020 no está siendo un mal año solamente para Daimler, sino que el sector europeo del automóvil tampoco está en su mejor momento. Ha atravesado tres años duros, donde la incertidumbre por el Brexit y la guerra comercial han sido muy dañinos. Ambos retos parecían dar un respiro en este año, debido principalmente a que Estados Unidos entra en periodo de elecciones y a que la situación actual con el Brexit ofrece menos inquietud. Desde Banco Sabadell concluyen que "esta situación dará lugar a un entorno netamente favorable para las empresas alemanas, a medio plazo, ya que tanto Europa como China revisarían sus tarifas de importación a la baja entre ellas".Sin embargo, estos desafíos no son los únicos a los que se enfrentan las automovilísticas del Viejo Continente, si no que la transformación eléctrica y la reducción de emisiones de CO2 también están afectando al sector. En esta materia, Tesla sigue adelantando por la derecha a todas las compañías europeas que deberían pisar el acelerador, ya que corren el peligro de convertirse en las nuevas Nokia.Y, por si fuera poco, la propagación del coronavirus y sus efectos sobre la población y la economía está afectando duramente a la industria del automóvil. El mercado chino está sufriendo una caída en la venta de coches que se está intensificando por el virus. En el caso del grupo de Mercedes, el 10% de sus ingresos provienen de la segunda economía del mundo. Las consecuencias finales de este virus aún están por verse, pero Falk Frey, vicepresidente de Moodys, augura que "la venta de vehículos a nivel mundial caerá un 2,5% este año", mientras que desde Bloomberg Intelligence declaran que las previsiones de beneficio caerán para todo el sector.