Wall Street vuelve a la carga y prosigue su camino ascendente gracias al impulso de la tecnología, sin que se atisbe señal de que las subidas podrían detenerse. El Nasdaq compuesto superó por primera vez los 9.400 puntos y rozaba una rentabilidad del 5% en 2020 a media sesión de ayer –su hermano pequeño, el Nasdaq 100, ya hace algunos días que superó esa cifra–. De hecho, la escalada del Nasdaq en el último mes se ha parecido más al ascenso del Tourmalet, metro a metro, centena a centena. Sobrepasó los 9.000 puntos por vez primera el 26 de diciembre, el 9 de enero ya estaba en los 9.200, el 16 de enero remontaba a los 9.300... y ayer rebasó las 9.400 unidades. El índice tecnológico, que repuntaba cerca de un 0,5% a pocas horas del cierre de la sesión, recibió el impulso de compañías como Tesla, JD.com e Intel. El fabricante de automóviles eléctricos vio cómo sus títulos se revalorizaban alrededor de un 8% a media tarde y su tamaño en bolsa superaba por primera vez los 100.000 millones de dólares, adelantando a Volkswagen. La acción cotizaba en el entorno de los 595 dólares, gracias en parte a que la comunidad inversora compra la visión de Elon Musk de unir la innovación en las baterías eléctricas con la conectividad. El principio de acuerdo entre los presidentes Donald Trump y Emmanuel Macron, por el que Francia podría retrasar la imposición de una tasa digital a las grandes multinacionales de la tecnología, tuvo una acogida muy celebrada en las bolsas. Si bien el Dow Jones y el S&P 500 también repuntaban, lo cierto es que no lograban superar los máximos históricos de hace unos días, pero se aproximaban mucho. Para encontrar algún signo de agotamiento comprador habría que ver al Standard & Poor's por debajo de los 3.265 puntos, mínimos de la semana pasada.