El tono menos belicoso de Trump el miércoles fue interpretado por los inversores de Wall Street como la prueba de que la sangre no iba a llegar al río en Oriente Medio. Sin embargo, fuentes oficiales de Estados Unidos aseguraron ayer que es muy probable que Irán derribara el avión siniestrado cerca de Teherán de forma accidental. Los tres principales indicadores bursátiles de Estados Unidos resistieron a la tensión geopolítica y ayer registraban un nuevo máximo histórico. Por primera vez en su historia, el Dow Jones superó los 28.900 puntos y acumulaba una rentabilidad en los primeros días del año cercana al 1,4%. En el caso del S&P 500, el índice alcanzó el nivel de los 3.273 puntos, mientras que el Nasdaq compuesto se elevó por encima de los 9.200 puntos y el Nasdaq 100 rondaba los 8.990 enteros, aproximándose lentamente a los 9.000. El mercado mira de nuevo hacia el pacto comercial con Pekín. El viceprimerministro chino Liu He encabezará la delegación asiática que firmará la Fase 1 del acuerdo en Washington durante la próxima semana, según informó el Wall Street Journal, citando al Ministerio de Comercio de China. "Wall Street sacó músculo de forma contundente, lo cual refuerza si cabe más la situación alcista del mercado estadounidense", recalca Joan Cabrero, director de estrategia de Ecotrader. Mientras el S&P 500 no pierda los 3.200-3.212 puntos, "entendemos que no hay que preocuparse de una consolidación de corto plazo", subraya el experto. Al índice le separa todavía en torno a un 2,2% de este nivel. Si la consolidación se tornase corrección, "sería una oportunidad magnífica para comprar", concluye Cabrero. En Europa, el EuroStoxx 50 avanzó hasta los 3.435,67 puntos y el Ibex 35 retrocedió hasta los 9.581,8 puntos, aunque arroja un asaldo positivo en 2020 del 0,34%.