Quedan dos semanas para una de las reuniones clave del año para el Ibex 35, en las que un comité de expertos se reúne para estudiar si es necesario cambiar sus componentes. Ence llega a esta cita, de nuevo, con el riesgo de ser excluida, pero también con opciones de quedarse y no ceder su puesto a ninguna de las compañías españolas que aspiran al índice, entre las que destaca Almirall. La farmacéutica española se posiciona como la candidata con más opciones de entrar tras la revisión del próximo 12 de diciembre gracias a su volumen de negociación desde el 1 de junio. Las acciones de Almirall movieron 4,87 millones de euros de media al día desde esa fecha –el comité estudiará las cifras hasta el 30 de noviembre–, situándose en el puesto 36 por contratación, por delante incluso de Meliá. Habría que tener en cuenta, eso sí, que este volumen bruto es depurado, por ejemplo, de las operaciones especiales y en bloque, y que el comité evalúa otras variables como la horquilla de precios para ver qué valores son más líquidos que otros. Y justo en este caso los principales accionistas de Almirall, los hermanos Antonio y Jorge Gallardo Ballart, vendieron un paquete del 6,3 por ciento del capital en una colocación privada por 167,75 millones de euros este mismo mes de noviembre.En cuanto a la capitalización mínima exigida, la farmacéutica no tendría problemas. De media, en estos seis meses supera el baremo del 0,30 por ciento sobre el valor bursátil medio del Ibex en el mismo periodo. A pesar de la caída que se produjo ante esta colocación, la acción aún sube un 13,8 por ciento en 2019.Los bancos de inversión sitúan su valoración un 26 por ciento por encima, en los 19,14 euros, según el consenso de mercado recogido por FactSet. Y la recomendación, más allá de que pueda entrar o no al Ibex, es claramente de comprar, en función del algoritmo que emplea elEconomista con los datos de este mismo proveedor. Los analistas han valorado muy positivamente el cambio sustancial hacia la dermatología médica en el que se encuentra inmersa la compañía. Su crecimiento de los próximos ejercicios vendrá precisamente ligado al éxito de los últimos medicamentos lanzados para el tratamiento de la psoriaris (Skilarence e Ilumetri) y el acné (Seysara).Pero su incorporación al Ibex podría no producirse, al menos, en esta revisión. "Mi sensación es que no van a cambiar nada porque no hay un candidato clarísimo", considera Natalia Aguirre, directora de análisis de Renta 4. La experta alude a que Ence ya ha incumplido el criterio de capitalización antes y no la han expulsado, subrayando, además, que su volumen de negociación es muy superior al de Almirall.Y es que Ence ha movido más dinero en estos últimos seis meses que otros valores del Ibex como Mediaset, Indra, Viscofan, CIE o Meliá. Esta es su gran fortaleza para quedarse en el índice, y el principal criterio que siempre ha regido en las decisiones del comité. Sin embargo, su capitalización media desde junio se queda en los 891 millones de euros, lo que apenas representa el 0,19 por ciento del conjunto del índice. La ralentización económica está pesando mucho sobre el valor en bolsa, tanto que es el más bajista del año en el Ibex al retroceder más de un 36 por ciento. Para el consenso de firmas de análisis, no obstante, sigue siendo un momento para comprar.Otra de las compañías que ha bajado ahora a la zona de riesgo es Meliá. En la hotelera se ha deteriorado la negociación y las caídas en bolsa provocan que se quede al límite de cumplir por tamaño –su valor solo representa un 0,295 por ciento–.Otras candidatasEl volumen de contratación también sitúa a Sacyr y a Gestamp como aspirantes para futuras revisiones del índice. La firma concesionaria busca recuperar la plaza que perdió en junio de 2016. Por negociación Sacyr ya ha escalado puestos para ello, colocándose como una de las primeras candidatas. Pero, aunque su capitalización es mucho mayor que cuando salió del Ibex –la acción sube cerca de un 60 por ciento desde su exclusión–, no alcanza el objetivo mínimo del 0,30 por ciento; se queda en el entorno del 0,28 por ciento. Por su parte, Gestamp sigue en las quinielas, con una negociación similar a la de Sacyr. A su favor juega que la familia Riberas vendiera en 2018 un 1,5 por ciento del capital para elevar la parte que circula libremente en bolsa, lo que aumentó el coeficiente con el que se ajusta su valor en bolsa para el cómputo. En el ranking por negociación de la bolsa española se cuela BME en el puesto 26, pero lógicamente el comité no la tendrá en consideración al estar pendiente de una opa que ha disparado su contratación.