Con las subidas de doble dígito que se anotan en 2019 las principales bolsas a ambos lados del Atlántico no es de extrañar que los expertos asuman que las oportunidades que quedan en este activo en la recta final del año se encuentre en la renta variable emergente, que ha subido menos, y por tanto, cuenta con más potencial. La razón se encuentra en el diferencial de más de 10 puntos abierto entre el índice MSCI Emerging Markets, que avanza menos de un 4 por ciento desde enero, frente a las ganancias de más del 14 por ciento del MSCI World Index en el mismo periodo. Este retraso supone la mayor brecha en lo que llevamos de ejercicio y se traduce en un potencial del 18 por ciento para los mercados emergentes respecto al 11 por ciento que por fundamentales aún puede sumar el índice global. "La renta variable sigue siendo el activo con mayor recorrido siempre y cuando se sepa distinguir por regiones [...] y es en los mercados emergentes donde hay bastante potencial, donde el riesgo es superior pero los retornos son más grandes" señala Joan Bonet, director de Estrategia de Mercados de Banca March. Por regiones, el experto considera que "Asia es una zona donde debería haber crecimiento y, en particular, China, donde creemos que deberíamos jugar el peso relativo añadido". El índice chino CSI 300 es el más alcista de los cinco continentes al avanzar un 27 por ciento en el año, y pese a ello, tiene margen para subir un 15 por ciento más hasta el nivel en el que el consenso recoge Bloomberg considera su precio justo a 12 meses. Y es que a la hora de hablar de emergentes hay que saber separar las peras de las manzanas. No es lo mismo invertir en el Moex ruso, que se anota en 2019 un 24 por ciento todavía puede sumar un 32 por ciento más, que hacerlo en la bolsa argentina –la única en números rojos, que cede un 0,7 por ciento–, que pese a contar con un potencial del 38 por ciento, el contexto de incertidumbre económica y política ante las elecciones presidenciales de finales de octubre no invitan a entrar en este mercado. Respecto a la bolsa brasileña, el principal emergente del continente americano, se revaloriza un 16 por ciento y aún puede escalar otro 16 por ciento más.