Cuando los temores reaparecen en las bolsas, los inversores buscan refugio en renta fija. Esta máxima lleva repitiéndose en muchos mo-mentos a lo largo de este año, y ayer la deuda sirvió de nuevo de cobijo ante los malos datos macro procedentes de Alemania, las incertidumbres acerca de los encuentros y desencuentros entre China y EEUU y la quiebra de Thomas Cook. Mientras los principales índices bursátiles europeos arrancaron la semana con caídas que en muchos casos rondaron el 1 por ciento, en el mercado de bonos primaron las compras. Los precios en la deuda soberana volvieron a repuntar, reduciendo así la rentabilidad que puede obtenerse en el mercado secundario –en el que se intercambian los títulos tras ser emitidos–. El rendimiento del bono español a 10 años bajó hasta el 0,149 por ciento, desde el 0,236 por ciento al que cerró la semana anterior. La deuda española contaba, además, con el respaldo de Standard & Poor's (S&P), que el viernes decidió elevar la nota crediticia del Reino de España hasta A, desde A-, la primera mejora que realiza la agencia desde marzo de 2018, pese al bloqueo político y la necesidad de una repetición de elecciones. No obstante, estas compras no acercaron de nuevo al bono nacional a mínimos históricos, los que marcó en el 0,035 por ciento durante el pasado mes de agosto.Los bonos españoles no fueron los únicos en los que bajó la rentabilidad en una jornada de ventas en las bolsas. En todos, sin excepción, se produjo el mismo movimiento. En la deuda alemana a una década el interés pasó del -0,52 al -0,58 por ciento –el mínimo sigue en el -0,714 por ciento–. En Italia, su homóloga se acercaba a los mínimos del año, al ceder 9 puntos básicos, hasta el 0,82 por ciento –el mínimo está en el 0,81 por ciento–. La deuda también estaba pendiente de la intervención de Mario Draghi, presidente del BCE, en el Parlamento Europeo. Pero su discurso, reforzando el nuevo marco de medidas (ver página 43), no implicó cambios. Al otro lado del Atlántico, la rentabilidad del bono estadounidense a 10 años siguió a la baja, situándose por debajo del 1,70 por ciento.