Los vaivenes que ha vivido el mercado del petróleo durante los últimos días pasarán a la historia pero, si se ponen en contexto, una vez ha pasado lo peor de la tormenta, el rally del recurso energético no ha sido tan dramático como parecía en un principio: ayer, después de dos días en los que el crudo subió casi un 15 por ciento, para perder posteriormente un 6,5 por ciento, el barril Brent vivió su primera jornada de relativa tranquilidad tras el ataque con drones a las instalaciones de Aramco. El barril europeo caía cerca del 1 por ciento a media sesión de la bolsa estadounidense, hasta los 63,9 dólares, un 6 por ciento por encima de los precios en los que cerró el viernes pasado, antes del ataque. De hecho, el barril parece haberse estabilizado en el precio medio que mantiene en 2019, de 64,7 dólares.Los inversores se movieron ayer en el mercado del petróleo tras conocer, a última hora del martes, que la producción de la planta de Abqaiq volverá a alcanzar los niveles previos al ataque, de 4,9 millones de barriles diarios, a finales de mes, según explicó Amin Nasser, consejero delegado de la petrolera saudí.Además de las declaraciones de Nasser, entre los factores que pudieron influir a los inversores para vender crudo estuvo el dato de inventarios en Estados Unidos: después de cuatro semanas consecutivas de caídas, estos crecieron en 1,06 millones de barriles, un aumento inesperado, ya que las previsiones apuntaban a un deterioro de 2,25 millones de barriles que finalmente no se produjo. Los inventarios de gasolina también crecieron durante la segunda semana de septiembre, en 781.000 barriles.La venta de Aramco prosigueSegún el presidente de Aramco, la salida a bolsa de la petrolera sigue adelante. Ayer, en una conferencia de prensa en Arabia, confirmó que "está preparada para la operación en cualquier momento en los próximos 12 meses".