Reclama que la CNMV tenga una autonomía equiparable a la del Banco de EspañaLas bolsas españolas pierden cuota de mercado y la tendencia continúa en 2019. Solo en el periodo de enero a febrero el porcentaje de la negociación sobre acciones españolas que tiene lugar en mercados y sistemas multilaterales de negociación fuera de nuestras fronteras ha superado ya el 40 por ciento frente al 37 por ciento con el que se cerró 2018. Un dato que se desprende del Informe Anual sobre el desarrollo de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) y la situación de los mercados financieros que presentó este miércoles el presidente de la entidad, Sebastián Albella, en su comparecencia en la Comisión de Economía y Empresa del Congreso de los Diputados. De la memoria se deduce la preocupación del organismo por esta tendencia que gana terreno en un entorno de fuerte competencia, lo que "nos obliga a procurar que la regulación favorezca la competitividad de nuestros mercados o que al menos no perjudique", añadió. En este sentido, Albella se refirió a la propuesta de establecer un impuesto sobre las transacciones financieras, ya implantado en países como Francia e Italia, pero que no existe "en la mayoría de los países de la Unión". El máximo responsable del órgano hizo hincapié en la necesidad de que el mercado español cuente con un marco regulatorio y competitivo homologable con el resto de los países europeos relevantes, "lo que incluye también el ámbito fiscal que, por ejemplo, no debe operar como desincentivo para que ciertos negocios y actividad en el ámbito de los servicios financieros y de inversión se localicen en España", señaló Albella. "Y no pienso a modo de comparación en países pequeños o especiales, sino en países como Alemania, Francia o Italia", añadió. Así, Albella explicó la conveniencia de tratar de incorporar a la oferta de los mercados españoles la regulación de fórmulas ya acreditadas en otros mercados avanzados cuya disponibilidad pueda favorecer que empresas o entidades de buen nivel se inclinen por España. Regulación en el ámbito fiscalLa CNMV se hace eco de las inquietudes que genera el proyecto de la Unión Europea del mercado de capitales, ya que, en opinión de su presidente, la iniciativa no debe prestar solo atención al ámbito estricto de la regulación financiera. "Debería entrar también en el ámbito fiscal, que es como el elefante en la habitación. Es impresionante cómo influye la normativa fiscal en la estructura del mercado de los diferentes países europeos y en particular en el modo en el que se comercializan en cada uno de ellos los productos de inversión", ha explicado. Por ello, "si queremos unos mercados realmente interconectados e integrados, hay que atacar el ángulo fiscal", añadió Albella. Desde la entidad consideran que la regulación europea vigente atribuye en exclusiva la competencia para supervisar al país de origen, cuyos incentivos y capacidades para ejercerla cuando sus entidades prestan servicio a inversores de otros países son en ocasiones limitados. "Sin necesidad de abandonar este principio, es necesario que haya más intercambio de información y cooperación entre país de origen y de destino, para asegurar igualdad en las condiciones de competencia". Como ejemplo, Albella citó el ámbito de comercialización de CFDS (contratos por diferencias) que se realizan por entidades radicadas en Chipre y otros países similares. Balance positivo de Mifid IIEl informe también evalúa las consecuencias del primer año de la aplicación de la directiva europea Mifid II. Para el ente regulador el balance es positivo ya que las nuevas normas están promoviendo más transparencia y competencia, un mejor tratamiento de los conflictos y un mejor asesoramiento. No obstante, el presidente de la CNMV también se refirió al efecto negativo que, le consta, está teniendo la directiva sobre los servicios de análisis, e insistió en que los reguladores y supervisores europeos no solo deben estar abiertos a evaluar estos efectos, sino que están abiertos a introducir los cambios oportunos. Por último, el responsable de la institución volvió a pedir que el ente regulador recupere la autonomía que tuvo en el momento de su creación para la gestión de personal a un nivel equiparable al que disfruta el Banco de España. Albella justificó su petición señalando que "a diferencia de otros ámbitos de la administración", el de la Comisión es personal "muy especializado" que puede ser captado por otras entidades incluso por el propio Banco de España.