La moneda rusa, la más correlacionada con el crudo, avanzó un 0,6%, en su tercer día de subida La reacción del mercado de divisas a la convulsa subida del petróleo tras el ataque a dos instalaciones petrolíferas de Aramco no se hizo esperar, especialmente en las monedas con mayor dependencia de la materia prima, como el rublo, que rebotó más de un 0,6 por ciento frente al dólar y acumuló su tercera sesión consecutiva de alzas. La razón está en que cuando el crudo sube, las divisas de los países exportadores de oro negro suelen comportarse mejor, mientras que las de los países importadores, como India o Turquía, tienden a sufrir más, lo que suele tener un efecto negativo en la divisa, como es el caso de la rupia o la lira turca, que ayer retrocedieron frente al billete verde un 0,9 por ciento y un 0,5 por ciento, respectivamente. Correlación en el último lustroLa producción petrolera de Rusia es una de las mayores del mundo junto a las de Estados Unidos y Arabia Saudí, lo que explica que la divisa del país eslavo haya sido la que más correlación ha tenido con el Brent europeo en los últimos cinco años. Con la estadística en la mano, en 2014, cuando el precio del barril retrocedió un 48 por ciento en el año, el rublo fue la moneda más bajista, con una caída del 44 por ciento, mientras que la rupia se revalorizó cerca de un 10 por ciento. Y en 2016, cuando la cotización del recurso energético se recuperó un 52 por ciento, el rublo subió algo más de un 20 por ciento y la rupia avanzó, solo, un 2,3 por ciento. En lo que llevamos de ejercicio, la divisa rusa lidera las subidas de las monedas emergentes, con un avance del 9 por ciento, frente al 24 por ciento que se anota el petróleo desde enero."Independientemente del impacto físico real, está claro que la prima geopolítica de Oriente Medio está de nuevo sobre la mesa", escriben los analistas del banco ruso de VTB Capital. Los estrategas de Citi apuntan al rublo y el peso colombiano como las monedas que más se beneficiarán de la subida del petróleo tras el ataque. Al otro lado, sitúan a la rupia india –uno de los principales países importadores– como la más afectada por la subida de los precios del petróleo en los mercados emergentes a raíz de esta situación, seguida de la lira turca, que tras el peso argentino es la moneda que más se deteriora en lo que llevamos de año con una caída superior al 7 por ciento. Y es que no hay que olvidar que Turquía es uno de los países que mayor dependencia tiene del crudo iraní, país que ha sufrido sanciones por parte de Estados Unidos. Otras monedas afectadas Además de las mencionadas, hay otras dos divisas que tradicionalmente se mueven positiva o negativamente en función de la materia prima. Es el caso del real brasileño, que suele hacerlo bien cuando el crudo sube y ayer cedió un 0,6 por ciento, pero este año se deja más de un 5 por ciento. El caso contrario es el peso filipino, que suele caer cuando el petróleo cede y ayer se dejó un 0,6 por ciento, aunque en el balance anual repunta un 0,6 por ciento.