Su condición de refugio propicia el año más alcista desde 2010Una de las pruebas que ponen de manifiesto el nerviosismo de los inversores en 2019 es el buen comportamiento que está teniendo el oro. Históricamente el mercado acude a él en busca de protección cuando se percibe peligro, y este año las incertidumbres están siendo evidentes: la guerra comercial se ha intensificado en un momento en el que el crecimiento económico se ralentiza, y las bolsas están su- friendo las consecuencias, especialmente durante este mes de agosto. En este contexto, el oro está disfrutando de su condición de refugio y ayer superó los 1.500 dólares la onza por primera vez desde el año 2013, con una subida del 2,3 por ciento al cierre de las bolsas europeas, el segundo día más alcista de todo 2019. El avance de más del 17 por ciento que acumula el metal en el ejercicio hace que este año esté siendo el más alcista en casi una década: no subía tanto desde 2010, año en el que se revalorizó casi un 30 por ciento.Además, hay expertos que creen que el buen año del oro va a continuar. Lo piensa Goldman Sachs, que ayer actualizó su estimación de precios para el metal hasta los 1.600 dólares la onza durante los próximos seis meses. "Si persiste la preocupación por el crecimiento, posiblemente por una escalada en la guerra comercial, el oro podría subir todavía más, impulsado por las compras de ETF (fondos cotizados) por parte de gestores que todavía siguen infraponderando el metal", explica el banco estadounidense, que también ha incrementado su estimación de precios para los tres próximos meses, hasta los 1.575 dólares la onza, un 5 por ciento por encima del nivel actual. En lo que va de año, el oro es la tercera materia prima más alcista entre las más cotizadas que recoge Bloomberg, solo por detrás del paladio y el magro de cerdo.