Pese a los problemas de fiabilidad que están registrando algunos de sus modelos como el 787 Dreamliner, analistas e inversores respaldan la evolución de la compañía en el mercado de renta variable."Es cierto, desde Air India no están contentos con la fiabilidad del avión, nosotros tampoco". Así de contundente se mostraba Dinesh Keskar, vicepresidente de ventas de Boeing, en el The Singapore Air Show una de los eventos con mayor relevancia en Asia dentro del sector aeroespacial. La compañía aérea estadounidense se hacía así eco públicamente de las quejas que la aerolínea india estaba reflejando internamente en los últimos tiempos. Unas quejas que hunden sus raíces, sobre todo, en un software poco actualizado y en los fallos que estaban registrando algunos componentes de los aviones fabricados por Boeing -sobre todo del 787 Dreamliner, su avión de pasajeros de tamaño medio y fuselaje ancho- desde hace unos años. Y es que, desde su debut allá por el año 2011, la línea de aviones Dreamliner ha registrado numerosas turbulencias (los defectos en el montaje de los cables que activan el sistema de extinción de incendios en los motores fue sólo el primero de ellos), algo que finalmente ha provocado como consecuencia que incluso Air India, que ordenó en su momento a Boeing la construcción de 27 aviones de este tipo, haya pedido una compensación económica al fabricante de aeronaves estadounidense como contrapartida. Al mal tiempo, buena cara Todo ello, unido a que All Nipon Airways (una de las aerolíneas japonesas que tradicionalmente ha contado con los servicios de Boeing a lo largo de los últimos ejercicios) ha decidido recientemente hacer un pedido a Airbus -principal competidor de Boeing y también miembro de la tabla de recomendaciones de elMonitor- podrían poner en un brete a la cotizada con sede en Chicago. Sin embargo, estos hechos no han supuesto un contratiempo para la firma yankee, que en las últimas cuatro sesiones consigue que el precio de sus acciones se revalorice en más de un 7%, haciendo oídos sordos a todas las piedras que se le interponen en su camino y recuperando así parte del terreno cedido hasta ahora en el parqué (desde el primero de enero registra el precio de sus acciones registra una caída del 4% aproximadamente) Y los inversores no han sido los únicos en dar su respaldo a Boeing. Las casas de inversión que cubren la evolución de la compañía estadounidense atestiguan la solidez del título. De hecho, en la actualidad no hay una sola firma de análisis que recomiende deshacer posiciones en la compañía aérea, y más de un 70% aconseja comprar sus acciones. Unas acciones a las que se les supone un potencial alcista superior al 15% de cara a los siguientes doce meses. De hecho, tal y como refleja Bloomberg, los expertos valoran de media cada una de sus títulos en los 153 dólares por acción. Y es que, según afirmaba uno de sus máximos mandatarios recientemente, la compañía se esta esforzando por recuperar los contratos perdidos y por hacer frente a las problemas que surgen en su entorno. Sobre todo teniendo en cuenta que el peso de este mercado en su cuenta de resultados ha ido creciendo durante los últimos años a un ritmo superior al 11% anual.