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El mercado exige un 30% menos de rentabilidad al Tesoro español por la deuda a 12 y 18 meses
- La siguiente cita será este jueves cuando la entidad emisora subastará obligaciones
La entidad emisora pretende recaudar este martes entre 4.500 y 5.500 millones de euros con una nueva subasta de deuda a 12 y 18 meses. Lo hará en un mercado que, aunque mantiene la distensión, empieza a dar señales de preocupación ante la ralentización que experimentan las principales potencias mundiales.
El mercado exige actualmente una rentabilidad por este tipo de activos en torno al 1,5 por ciento para la deuda con vencimiento a un año, y de 1,67 por ciento para las letras a 18 meses. Rendimientos que supondrían una abaratamiento cercano al 30 por ciento para el Tesoro español si se toma en cuenta la rentabilidad a la que se emitió este tipo de letras en la última subasta del 20 de julio. Para entonces, la deuda a 1 año alcanzó una rentabilidad del 2,22 por ciento, mientras que las letras a 18 meses del 2,33 por ciento.
Rebaja que responde a la distensión que ha experimentado el mercado español en las últimas semanas y que ha llevado a la rentabilidad del bono a 10 años hasta el 4,19 por ciento actual. Cota que constrasta con el máximo anual del 16 de junio de 4,88 por ciento.
Cambios en el horizonte
Sin embargo, desde que el presidente de la Reserva Federal estadounidense (Fed), Ben Bernanke, anunciara la pasada semana que volvería a comprar deuda guberamental, el ambiente se ha enrarecido. Los seguros contra impago (CDS) de España, termómetro de la desconfianza de los inversores, se han encarecido cerca de un 14 por ciento desde entonces, hasta superar los 220 puntos.
Asimismo, el diferencial entre la rentabilidad del bono español a 10 años y su homólogo alemán se ha incrementado en la última semana hasta situarse en torno a los 187 puntos. Variación que se debe sobretodo a la fuerte demanda que han experimentado la renta fija considerada refugio, como el alemán, ante la ralentización cada vez más palpable de la recuperación económica mundial.
Una situación que ha revalorizado el valor de los bonos de las principales potencias mundiales, EEUU y Alemania principalmente, y que les ha llevado a cotizar con la rentabilidad más baja de la historia reciente.