Los nuevos recelos del banco central de EEUU, que ha rebajado sus previsiones de crecimiento para 2010 y teme presiones deflacionistas, dan continuidad a la recuperación de la 'moneda única'. Y eso es muy bueno para la renta variable.La divisa europea se aprecia contra el 'billete verde' y cotiza en 1,29 dólares registrando su cambio más alto desde el pasado mes de mayo. Tanto la remontada del último mes como la subida de hoy poseen un catalizador común, consistente en el cada vez mayor convencimiento de que el motor económico norteamericano no termina de carburar. Lo confirmaron ayer las actas de la última reunión de la Reserva Federal (Fed), que tuvo lugar a finales de junio. En dicho documento, el banco central estadounidense rebajó sus expectativas de crecimiento para 2010 desde el 3,2-3,7% al 3-3,5% y confirmó que el paro permanecerá este año por encima del 9 por ciento. Es más, la institución no sólo contempla un crecimiento menor, sino que las actas testificaron que "varios miembros citaron [la posibilidad de que surjan] presiones deflacionistas".Y remató sus comentarios abriendo la puerta a la posibilidad de reintroducir más estímulos monetarios si la situación "empeora abruptamente". Sin subidas de tipos a la vista En conjunto, por tanto, un escenario de recuperación no tan robusta y temores deflacionistas que aleja aún más las posibles subidas de los tipos de interés, que permanecen en el 0-0,25 por ciento desde diciembre de 2008. Y, en opinión del mercado, seguirán en este nivel al menos hasta junio de 2011. Este contexto está pasando factura al dólar, ya que el foco de atención del mercado se está mudando del riesgo de ruptura del euro a la posible recaída de la recuperación estadounidense.