Merkel obtiene abrumador apoyo de la CDU para frenar a la izquierda
COLONIA, Alemania (Reuters) - Los conservadores alemanes confirmaron el martes a Angela Merkel como líder del partido por octava vez, dándole un abrumador apoyo para frenar el creciente desafío de la izquierda y avivando los rumores de que será reelegida canciller por cuarta vez.
Con unos índices de aprobación que no se han reducido después de nueve años en el cargo, la exageración en torno a su persona ha ido aumentando y su ministro de Finanzas, Wolfgang Schäuble, llegó a compararla este fin de semana con Napoleón Bonaparte.
El estilo del liderazgo de Merkel es cualquier cosa salvo imperial. El discurso de Merkel en el congreso en Colonia de su partido, el Demócrata Cristiano (CDU), en el que consiguió mantenerse como líder con el 96,7 por ciento de los votos, se centró en la digitalización y la demografía.
Pero está claro que la canciller, que no ha declarado si quiere otro mandato, ya está pensando sobre cómo mantener a la CDU en el poder en las próximas elecciones federales, que tendrán lugar en 2017.
Merkel amonestó a sus compañeros de coalición socialdemócratas (SPD) por unirse a un gobierno regional dirigido por la izquierda radical, llamándola una "declaración de bancarrota" del SPD.
La coalición entre la izquierda, el SPD y los Verdes en Turingia permite a los excomunistas alcanzar el poder en el estado alemán por primera vez desde la reunificación. Poniendo fin a un cuarto de siglo de Gobierno cristianodemócrata en Turingia, aumenta la perspectiva de un desafío combinado de izquierdas a la CDU para las próximas elecciones federales.
"Sólo nuestra propia solidez, un partido conservador fuerte, puede evitar que la coalición rojo-rojo-verde (en referencia a los colores de los tres partidos de izquierda) tomen el poder a nivel federal en 2017", aseguró Merkel.
Merkel planteó la forma en que los conservadores podrán defenderse de este desafío: modernizando la mayor economía de Europa para mantener su competitividad y defender los niveles récord de empleo.
También hizo referencia a la promesa de la reducción de impuestos, pospuesta debido a las crisis financieras y de la zona euro y ahora por el objetivo de Schäuble de mantener equilibrado el presupuesto y no tener nueva deuda en 2015.
Descartar la "progresión fría" --en la que los impuestos por ingresos no están ajustados por la inflación, lo que significa que los aumentos salariales son engullidos por impuestos más altos-- depende de un presupuesto equilibrado y puede quedar bloqueado por los dirigentes estatales, reacios a renunciar a los ingresos fiscales.
Pero es el tipo de compromiso por el que Merkel se distingue, tanto en política de partido como en el escenario global, donde ha jugado un importante papel en la crisis del euro y en el que ha mantenido comunicación abierta con el presidente ruso, Vladimir Putin, durante el conflicto en Ucrania.
Con sólo una treintena de los 900 delegados dándole la espalda en Colonia, las especulaciones en torno a que Merkel buscará la reelección se vieron alimentadas por la falta de sucesores claros.
"Merkel no tiene oposición en su propio partido. Si decide ir a por el cuarto mandato, nadie se interpondrá en su camino", aseguró el politólogo berlinés Gero Neugebauer.
Una encuesta de Emnid publicada el pasado sábado halló que al 56 por ciento de los alemanes les gustaría que Merkel concurriera por su cuarto mandato, frente a un 37 por ciento que prefiere que abandone después de terminar el tercero.
Un simpatizante del partido de la canciller, Wilhelm Gunkel, de 73 años, aseguró que esperaba y que asumía que Merkel se presentará a las elecciones en 2017.
"Pero también espero que no cometa el error de no dar paso a su sucesor a tiempo", aseguró. "Helmut Kohl (quien fue canciller de la CDU entre 1982 y 1998) lo cometió y por eso perdió sus siguientes elecciones".