M. Continuo

La economía británica creció en 2013 a su ritmo más rápido en seis años



    LONDRES (Reuters) - La economía de Reino Unido registró en 2013 su crecimiento anual más veloz desde la crisis financiera, mostraron datos oficiales el martes, lo que generó dudas sobre cuánto tiempo podrá mantener el Banco de Inglaterra los tipos de interés a mínimos récord.

    El Producto Interior Bruto (PIB) británico creció un 0,7 por ciento en el cuarto trimestre del año pasado, dijo la Oficina Nacional de Estadísticas, en línea con las previsiones de economistas de un crecimiento inferior al 0,8 por ciento visto en el tercer trimestre.

    En todo 2013, el crecimiento económico fue de un 1,9 por ciento, frente a un 0,3 por ciento en 2012, y la tasa de expansión más veloz desde 2007.

    El rápido crecimiento trimestral - que está por encima de la tendencia a largo plazo de Reino Unido - apoya las expectativas de un alentador 2014. Y es probable que genere mayores especulaciones sobre el momento en que el Banco de Inglaterra elevará los tipos y mejore el panorama para el Gobierno a poco más de un año de las elecciones generales.

    "Las cifras del cuarto trimestre ofrecen un buen punto de partida para una mayor aceleración en el crecimiento este año", dijo Martin Beck de Capital Economics, al proyectar una expansión de un 3 por ciento en 2014.

    No obstante, el hecho de que los datos del cuarto trimestre no superaran los pronósticos - como indicaban algunos sondeos del sector privado - debilitó brevemente a la libra esterlina, al reducir la presión a corto plazo sobre el Banco de Inglaterra para que considere un ajuste en su política monetaria.

    El gobernador del BoE (por sus siglas en inglés), Mark Carney, ha sostenido que no hay necesidad de un alza en los tipos a corto plazo.

    El PIB del país sigue muy por debajo de los niveles previos a la crisis, mientras que la inflación ha alcanzado la meta del BoE del 2 por ciento por primera vez en cuatro años.

    Pero el desempleo ha caído más rápido de lo que proyectó el banco centra en agosto, aumentando las perspectivas de que las presiones inflacionarias a largo plazo podrían estar incorporándose a la economía.