M. Continuo

Merkel, desafiante mientras aumentan las críticas a la austeridad



    BERLÍN (Reuters) - Angela Merkel intentó contener su irritación al ser preguntada en un debate en Berlín sobre si los países del sur de Europa podrían soportar mucha más austeridad ordenada por Alemania.

    Pero la frustración en su voz quedó suficientemente clara tras una semana en la que varios aliados europeos rompieran filas, y en un desafío público a Alemania, declarasen terminada la era de reducción del déficit en Europa.

    "Yo lo llamo equilibrar el presupuesto", dijo la canciller alemana a su audiencia durante la presentación de un libro. "El resto está usando el término 'austeridad'. Eso suena como algo verdaderamente malo", dijo.

    A cinco meses de sus elecciones, Merkel se encuentra bajo el fuego de sus socios europeos y el líder de la oposición de centroizquierda en casa mientras insiste en que los miembros de la zona euro "hagan sus deberes" -- los términos que Berlín emplea para contener el gasto y realizar profundas reformas estructurales.

    Hay señales de que las críticas comienzan a irritar. Los altos cargos alemanes se ponen de mal humor cuando se menciona la palabra "austeridad" estos días. En los últimos meses, han cambiado deliberadamente su lenguaje, adoptando los términos "consolidación compatible con el crecimiento" para describir su aproximación a este asunto.

    Pero la aparición de Merkel en Berlín esta semana y la reacción de sus aliados más cercanos a las sugerencias de la Comisión Europea de que sus miembros relajen su contención fiscal muestran que Alemania no suavizará su postura.

    "Declarar el final de la consolidación no tiene sentido", dijo a Reuters Michael Fuchs, subjefe de la formación democristiana de Merkel CDU en el Parlamento. "En realidad nadie está ahorrando, están emitiendo menos deuda que antes", dijo.

    El ministro germano de Exteriores, Guido Westerwelle, criticó desde Bruselas al presidente de la Comisión, Jose Manuel Durao Barroso, por decir que la austeridad había "llegado a su límite".

    Las declaraciones de Barroso el lunes llegan días después de que su colega Olli Rehn dijera que los socios europeos del G20 estaban "predicando a los convertidos" al instar al bloque a cambiar su postura de ahorro.

    "Estamos convencidos de que si abandonamos la consolidación presupuestaria en Europa y volvemos a la postura anterior de más y más deuda, cimentaríamos un enorme paro por un periodo de muchos años", dijo Westerwelle.

    FRANCIA, LA GRAN PREOCUPACIÓN

    En su defensa, responsables oficiales alemanes apuntaron que los datos de Eurostat, la agencia de estadísticas de la UE, que mostraron el lunes que el nivel de deuda de la zona euro subió al 90,6 por ciento del PIB el año pasado desde el 87,3 por ciento el año anterior.

    Pero el mismo informe mostró que el déficit del bloque bajó al 3,7 por ciento del PIB desde el 4,2 por ciento de 2011 y el 6,2 por ciento de 2010.

    Las críticas al Gobierno alemán ven estas cifras y la espiral a la baja en el sur de Europa como una prueba de que la consolidación ya ha ido suficientemente lejos.

    Se espera que la economía de la zona euro se contraiga por segundo año seguido en 2013.

    Peter Bofinger, miembro de un comité de sabios que asesora económicamente y crítico prominente de las políticas alemanas, también duda de la posición germana.

    "No encuentro un solo indicador que sugiera que esta política de reducción agresiva del déficit funcione", dijo a Reuters.

    Añadió que la economía alemana ha ido bien porque el Ejecutivo de Merkel no había impuesto los mismos recortes en casa que los que pedía a sus socios.

    Merkel y sus aliados creen que si suavizan la presión los miembros de la zona euro podrían abandonar sus esfuerzos de consolidación, llevando el nerviosismo a los mercados financieros y reavivando la crisis en el seno del bloque.

    Francia y España no cumplieron sus metas de déficit el pasado año. Con la aprobación tácita de Alemania, se espera que tendrán más tiempo para su meta del 3 por ciento del PIB.

    Los funcionarios dicen que no está en la mesa una relajación de las metas a menos que el presidente francés François Hollande muestre más compromiso por los recortes y las reformas, entre ellas cambios en el mercado laboral francés.

    "Francia nos preocupa ante todo", dijo Norbert Barthle, experto de presupuestos en la CDU, a Reuters. "Ahora parece que necesitan otro año. Queremos aceptar, pero no puede ir más allá", dijo.