M. Continuo

La UE abre el camino a congelar los fondos para Hungría



    BRUSELAS (Reuters) - Los ministros de Finanzas de la Unión Europea apoyaron el martes la postura de la Comisión Europea de que Hungría no ha hecho suficiente para poner su déficit presupuestario por debajo del techo europeo de forma sostenible, abriendo el camino a la congelación de los fondos de la UE para Hungría a partir de 2013.

    Al igual que Bélgica, Chipre, Malta y Polonia, Hungría tenía hasta este año para poner su déficit presupuestario por debajo del 3 por ciento de forma sostenible, cumpliendo con el procedimiento de déficit excesivo de la UE.

    Aunque está previsto que el déficit húngaro quede por debajo del 3 por ciento este año, la Comisión ha dicho que sólo será gracias a medidas puntuales y que la cifra volverá a subir en 2013.

    "Los ministros adoptaron una decisión sobre Hungría de que no cumplía con la recomendación (de bajar el déficit de forma sostenible para 2012) bajo el procedimiento de déficit excesivo", indicó un diplomático europeo.

    Esto abre camino a la Comisión Europea para que imponga sanciones financieras sobre Budapest a partir de 2013 a menos que Hungría tome medidas este año para cambiar su política presupuestaria.

    "Desde el momento en el que los ministros aprueban la evaluación de la Comisión de que Hungría no ha tomado medidas efectivas, la Comisión es libre de decidir la suspensión de hasta el 100 por cien de los fondos de cohesión para Hungría a partir de 2013", indicó un funcionario europeo.

    "Hungría tendría hasta final de año para actuar para hacer que la Comisión cambiara de opinión", indicó.

    El primer ministro Húngaro, Viktor Orban, tiene previsto reunirse el martes por la noche con el presidente de la Comisión, José Manuel Durao Barroso, para tratar la reapertura de las negociaciones sobre una línea de crédito preventiva de la UE y el Fondo Monetario Internacional mientras se deteriora la economía húngara.

    La Comisión ha amenazado con tomar acciones legales contra Budapest a menos que cambie leyes sobre el banco central, justicia y la protección de datos, que según la Comisión se han modificado a medida para el partido gobernante de Orban y no cumplen con la legislación de la UE.

    Los esfuerzos de Orban por centralizar el poder y llenar los organismos estatales con leales a su partido han provocado críticas de Bruselas y Washington, que temen que se sofoquen libertades democráticas en el país ex comunista de los 10 millones de personas.

    Orban ha perdido una gran parte de su apoyo en casa, mientras que la economía se encamina a una recesión y la pérdida de confianza de los inversores ha impulsado los costes de los préstamos a más del 9 por ciento.