Christine Lagarde se encamina a dirigir el FMI
Un sondeo informal de Reuters entre países con derecho a voto indicó que Lagarde conseguiría cómodamente la mayoría que necesita sobre el gobernador del banco central de México, Agustín Carstens, para convertirse en la próxima directora gerente del organismo prestamista global.
Carstens sumó el viernes los apoyos de Canadá y Australia en un desafío significativo a la hegemonía del viejo continente al puesto más alto de la entidad, pero es improbable que esto cambie el resultado.
El directorio del FMI, integrado por 24 países miembros, llevará a cabo el lunes un sondeo informal de opinión para determinar si alguno de los candidatos tiene una mayoría clara.
La carrera se ha convertido en una de las más disputadas en la historia del FMI debido a que los países en desarrollo han buscado agresivamente un proceso que esté basado en la capacidad de los candidatos y no en su nacionalidad.
La voz determinante durante los próximos dos días será Estados Unidos, que hasta el momento ha guardado silencio respecto a quién apoya.
Sin embargo, se espera ampliamente que el Gobierno del presidente Barack Obama apoye a Lagarde, de 55 años, para preservar la antigua convención junto a Europa de que estadounidenses ocupen el segundo puesto en la cadena de mando del FMI y la presidencia del Banco Mundial.
Japón y China, que figuran como segundo y tercero detrás de Estados Unidos en influencia de votación, también se han abstenido de apoyar públicamente a cualquier candidato. Sin embargo, responsables del directorio del FMI han dicho que es posible que ambos países voten por Lagarde.
Estados Unidos controla cerca del 17 por ciento de los votos. Los países europeos como grupo, incluyendo los países nórdicos, poseen entre un 40 a un 47 por ciento de los votos en el consejo directivo.
Países como Egipto, Indonesia, Corea del Sur, Rusia y las naciones africanas francófonas declararon previamente su apoyo por Lagarde, pero representan un poder de voto marginal.
El principal puesto del FMI quedó vacante tras la renuncia de Dominique Strauss-Kahn, que ha sido acusado de agredir sexualmente a una camarera de un hotel en Nueva York. El ha rechazado los cargos.
Aunque autodeclarado candidato con menores opciones, Carstens ha realizado una campaña vigorosa basada en su experiencia como ex funcionario del FMI, así como enfrentando las crisis económicas en el mundo en desarrollo.
Cuenta con el respaldo de América Latina, y Perú y Chile le declararon su apoyo el viernes. Aunque Brasil ha mantenido silencio respecto a su preferencia, responsables del FMI prevén que se sumará al resto de la región.