Bashir dice que el jueves terminará el diálogo sobre Darfur
Una coalición rebelde que negocia en Doha, el Movimiento de Liberación y Justicia (LJM por su sigla en inglés), dijo que las declaraciones de Bashir eran poco útiles y que no esperaban tener ningún acuerdo firmado para el jueves.
Bashir, que es requerido por la Corte Penal Internacional por crímenes de guerra y genocidio en Darfur, advirtió el miércoles de que cualquiera que portara armas en la región después de terminar las conversaciones de Doha sería tratado con decisión.
"Hemos fijado el plazo de mañana y si no hay acuerdo entonces retiraremos a nuestra delegación, y cualquier conversación a partir de ahora se hará en el interior de Darfur", dijo en un mitin durante una visita a Darfur.
Una brutal campaña contra la insurgencia en Darfur ha dado lugar a una de las peores crisis humanitarias del mundo, provocando más de dos millones de personas desplazadas a campos de refugiados. Los enfrentamientos con los rebeldes han continuado durante las conversaciones de Qatar.
"No depende de Bashir decidir si las conversaciones se trasladan, depende de los mediadores. Déjenle llevarse a su delegación; el problema de Darfur seguirá", dijo Haydar Ateem, vicepresidente de la coalición LJM.
Los dos principales grupos rebeldes todavía combaten para hacerse con el gobierno en Darfur, y los enfrentamientos de este mes han provocado la huída de sus hogares de más de 12.000 personas.
Darfur se ha convertido en un lugar en el que se combate sin normas y donde las armas son fáciles de conseguir. Los secuestros y asaltos a automóviles han limitado el movimiento de los trabajadores humanitarios extranjeros.
Jartum ha estado distraída por un referéndum de independencia del sur productor de petróleo que comienza el 9 de enero, y que muchos creen que resultará en una secesión y que podría animar a Darfur a hacer demandas similares.
Los rebeldes de Darfur piensan que el norte de Sudán tras la secesión sería más débil, con Darfur entonces abarcando una mayor proporción del territorio del país, dándoles una posición más fuerte en las negociaciones.
Los insurgentes se alzaron en armas a principios de 2003, acusando a Jartum de marginar a la árida región de Darfur.