M. Continuo

Google se arriesga a la ira de China tras rechazar la censura



    PEKÍN/SHANGHÁI (Reuters) - Google cerró su portal en lenguaje chino con sede en China continental y comenzó a redirigir las búsquedas a un sitio no censurado con sede en Hong Kong, desencadenando la ira de Pekín y generando inquietud sobre el futuro de su negocio en el país.

    China perdió poco tiempo en advertir a GOOGLE (GOOG.NQ)que su rechazo de la autocensura molesta al Gobierno de un sólo partido, reacio a ceder el control sobre el uso local de Internet con 384 millones de usuarios en China.

    La decisión fue tomada en medio del incremento en las tensiones entre Pekín y Washington por una serie de temas, desde la libertad en Internet a la tasa de cambio del yuan, sanciones económicas contra Irán y la venta de armas de Estados Unidos a Taiwán.

    "Google ha violado la promesa escrita que hizo al ingresar al mercado chino", dijo un alto cargo anónimo de la Oficina de Información del Consejo Estatal de China, que ayuda a supervisar las reglas de Internet, de acuerdo a la agencia de noticias Xinhua.

    "(La firma) esta totalmente equivocada en detener el filtrado de su proveedor de búsquedas", indicó.

    "No oponemos firmemente a politizar temas comerciales, y expresamos nuestro descontento y molestia a las irracionales acusaciones y prácticas de Google", agregó.

    Google dijo el 12 de enero que ya no censuraría su portal de búsqueda Google.cn y que también estaba alarmada por ataques de piratas informáticos desde dentro de China.

    Google cumplió la amenaza, transfiriendo en la práctica a Pekín la tarea de aplicar sus propios filtros de censura para evitar que los usuarios chinos vean imágenes y palabras prohibidas al ser redirigidos al sitio de la compañía en Hong Kong, google.com.hk.

    La empresa anunció el lunes que pretende continuar su trabajo de investigación y desarrollo en el país asiático, y mantener su personal de ventas allí. Pero es posible que la compañía sea vigilada de cerca por funcionarios, posiblemente envalentonados tras meses de fricción con Washington.