Varias bombas contra chiíes causan 44 muertos en Irak
La policía dijo que 95 personas resultaron heridas en el atentado suicida, uno de los muchos llevados a cabo en las últimas semanas contra reuniones religiosas de los chiíes.
Hace una semana, una serie de explosiones a las puertas de mezquitas chiíes en Bagdad mataron a 31 personas.
Los encuentros religiosos chiíes son blanco frecuente de grupos islamistas suníes como Al Qaeda, que los consideran herejes.
"Estaba en casa cuando se produjo la explosión. Me fui a la mezquita a buscar a mi padre entre las ruinas, lo encontré gravemente herido y lo llevé al hospital, pero murió", dijo llorando Jalil Qasim, de 19 años.
Las autoridades de Mosul pidieron a los ciudadanos que donaran sangre y vehículos de construcción para retirar los escombros que mantienen atrapadas a las víctimas del atentado, que ocurrió en Shreijan, una localidad chií turcomana al norte de Mosul, a 390 kilómetros al norte de Bagdad.
La violencia en Irak ha disminuido en los últimos 18 meses, pero persiste en Mosul y otras zonas. Los insurgentes han logrado esconderse en áreas remotas de los alrededores de Mosul, y explotan las divisiones entre los árabes y kurdos del lugar. En la ciudad, se registran bombardeos y disparos casi a diario.
La disputa en la provincia norteña de Nínive, de la cual Mosul es la capital, amenaza con dividir a la provincia y aumentar tensiones que podrían amenazar la estabilidad a largo plazo de Irak.
"Hay partes que buscan crear caos dentro de Mosul arrastrando a Irak a enfrentamientos sectarios", dijo el gobernador de Nínive, Atheel al-Nujaifi.
En Bagdad, explotaron bombas junto a caminos al paso de minibuses que llevaban a chiíes a sus casas tras un día de peregrinaje.
Dos bombas junto a la carretara alcanzaron dos minibuses en incidentes separados en el distrito chií de Ciudad Sáder de Bagdad, mientras que otra afectó a un vehículo en el este de la ciudad, causando la muerte a seis personas e hiriendo a 24 en total.
Cientos de miles de peregrinos chiíes se trasladaron el jueves a la ciudad sagrada de Kerbala para conmemorar el nacimiento del imán Mohamed al Mehdi, una reverenciada figura que los chies creen que desapareció hace siglos y volverá para traer la paz a la tierra.
Es la segunda gran celebración religiosa en Irak desde la retirada de las tropas de combate estadounidenses de los centros urbanos del país el 30 de junio, que dejó a las fuerzas iraquíes el papel principal de mantener la seguridad.
Los ataques insurgentes aún siembran dudas sobre la capacidad de las fuerzas de seguridad iraquíes de trabajar sin ayuda.