Medio ambiente
Lo que usted debe saber sobre 'Isla Basura', el mayor vertedero flotante
El mayor basurero flotante del mundo se encuentra en una 'isla' ubicada en el centro del Océano Pacífico Norte. Una superficie que pesa más de cuatro millones de toneladas y que los científicos consideran ya como un nuevo continente, 'Isla Basura'.
Este 'agujero negro' también conocido como sopa de plástico, sopa tóxica o remolino de basura se encuentra ubicado entre EEUU y Hawai y está cubierto por toneladas de desperdicios y desechos marinos que flotan a la deriva, el 80% de plástico, agrupados en remolinos provocados por las corrientes. Dicen que tiene un tamaño semejante al de la Península Ibérica.
Muchos son los desperdicios que se arrojan al mar sin pensar cuales serán las consecuencias de los actos, y por ello los expertos hablan de una "alarmante" cantidad de basura. Millones son las toneladas de plásticos generadas por la especie humana y que llegan cada año hasta el mar.
Daños en la vida marina
Los residuos plásticos en esa zona del océano Pacífico se han multiplicado por cien en los últimos cuarenta años lo que está provocando un daño irreparable en la vida marina, incluso provocando cambios en la forma de vida de algunos de estos.
"Los residuos flotantes pueden asemejarse al plancton y ser consumidos por error por muchas especies marinas", señala Julio Barea, responsable de la campaña de Contaminación de Greenpeace a EcoDiario.es. Muchos desechos pueden terminar en los estómagos de las aves marinas y animales del mar.
El Halobates sericeus es una especie de insecto marino hemíptero que ha empezado en los últimos tiempos a depositar sus huevos en la parte superior de trozos de plástico, además de hacerlo en restos naturales como conchas marinas, plumas de aves o maderas, como tradicionalmente siempre ha hecho.
Este nuevo lugar donde poner sus huevos ha provocado un aumento de las densidades de huevos de este insecto en puntos del Pacífico Norte, segó lo que detectaron los científicos de la Universidad de California (EEUU).
Soluciones
Julio Barea asegura que el Sistema de Depósito, Devolución y Retorno (SDDR) es "una buena solución para luchar contra este enorme problema de contaminación marina", un sistema basado en la reutilización de envases principalmente de bebidas.
El consumidor lleva los envases a un punto de retorno donde al depositarlos en el lugar adecuado en función del tipo de envase (vidrio, plástico), se le devuelve parte del importe que ha pagado por él. Posteriormente los residuos pueden ser limpiados, desinfectados y reutilizados, o reciclados de una manera más eficiente porque no hay mezcla de materiales.
Se calcula que el SDDR triplicaría el número de envases recuperados. De momento se ha implantado en 40 países y regiones de todo el mundo. En España, hace un mes que el Gobierno decidió eliminar la obligatoriedad que impulsaba la implantación del sistema SDDR.