Este verano ha supuesto un punto de inflexión en cuanto al petróleo se refiere, con el barril Brent tocando mínimos del ejercicio a finales de junio, y desde donde ya ha recuperado más del 42% superando esta semana los 64 dólares por primera vez desde 2015. Este cambio de tendencia está teniendo sus consecuencias en la renta variable, castigando al sector de las aerolíneas en todo el mundo, a quien le perjudica tener que comprar queroseno más caro, y premiando a las petroleras, como es lógico. l ¿Seguirá subiendo el petróleo? El barril al contado se paga ya a 70 dólares en Asia En cifras, el índice mundial de aerolíneas que recoge Bloomberg -aúna las 29 principales firmas del sector- cae más del 6% desde sus máximos del año, que se vieron el 14 de julio, pocas semanas después de los mínimos del crudo. Por su parte, el selectivo mundial de petroleras repunta más del 15% desde los mínimos del año en los que cotizaba durante la primera semana de julio. Hay que tener en cuenta que los analistas ya han reaccionado a esta subida en el precio del oro negro, incrementando las estimaciones de beneficio en el bienio (2017-2018) para las 10 petroleras más grandes del mundo por capitalización un 6%, desde los mínimos que estimaban en verano, hasta los que prevén en este momento. Así, los inversores han recogido este aumento previsto de las ganancias comprando las grandes petroleras, de forma general. Adiós a un 11% del beneficio Con las ganancias estimadas para el bienio de las 10 aerolíneas más grandes ha ocurrido todo lo contrario: desde el nivel más alto que se ha visto en el año, las previsiones del consenso de mercado que recoge FactSet han caído un 10,8%. Las firmas en las que más se han reducido las previsiones de ganancias son la nipona Japan Air, para la que ahora se estima que gane un 26% menos en el bienio, y la estadounidense Continental, cuya previsión de ganancias ha caído el mismo porcentaje. A pesar de todo, hay excepciones dentro del grupo de las 10 firmas más grandes que surcan los cielos: Deutsche Lufthansa tiene en este momento la estimación de beneficio más alta que se ha visto en el año: se estima que gane 4.099 millones de euros en el bienio. Pero no es la única: IAG también goza de este privilegio, ya que los 4.372 millones de euros que se esperan para ella en el bienio es la cifra más alta que se ha visto en todo el año. Precisamente, la aerolínea española está teniendo un comportamiento diferente en bolsa que sus competidoras: mientras la mayor parte de grandes firmas del sector tocaron sus máximos del año en verano, IAG lo ha hecho el pasado 26 de octubre. Desde entonces, la empresa del Ibex ha caído casi el 10%. Lufthansa también aguantó subiendo hasta principios de noviembre, cuando tocó sus máximos del año, y ha sido entonces, de forma similar a IAG, cuando su cotización se ha dado la vuelta: cae un 5,2% desde entonces.