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Fuentes afirma que la función del escritor no es aplaudir a los políticos, sino criticar
"La función del escritor no es aplaudir a los políticos, sino criticar en el buen sentido de la palabra y ofrecer soluciones", afirma Fuentes en una entrevista con EFE, en la que desgrana las claves de su nuevo libro, una obra en la que recrea el mito de Caín y Abel y acude a Maquiavelo para reflexionar sin máscaras sobre la política, la de ahora y la de siempre.
Nadie diría que Carlos Fuentes cumple el próximo 11 de noviembre 80 años. Se le ve ilusionado con el rosario de celebraciones que habrá en su país, lleno de energía y de ganas de seguir escribiendo; y está también "satisfecho" por el Premio Internacional Don Quijote que recibió ayer en Toledo, junto con el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, "un político de primerísimo rango en América Latina".
"Lula le está dando a Brasil todo lo que le hace falta para afirmarse como una potencia a favor de la paz y de la diplomacia", señala Fuentes, quien elogia la capacidad del presidente brasileño "para llevarse bien con todo el mundo, con Bush, con Castro, con Evo o con Chávez, porque sabe que es el papel de una gran potencia".
La Ciudad de México inspiró "La región más transparente" y, 50 años después, vuelve a estar omnipresente en "La voluntad y la fortuna", una novela en la que Fuentes da voz a una cabeza decapitada que aparece en una playa del Pacífico -"la número mil en lo que va de año en México"- y que en cierto modo es profética con respecto a lo que está pasando en su país.
"Los novelistas quisiéramos ser exorcistas de los males de la sociedad y acabamos siendo profetas. Lo que vemos ahora en México son cabezas cortadas y cuerpos decapitados por las batallas entre los narcos", señala el escritor, quien no duda en afirmar que la violencia "es la principal lacra" que afecta a su país.
"Es terrible, porque es un cáncer dentro de la sociedad y tiene mucho que ver con el narcotráfico, del cual parece que los únicos culpables somos los mexicanos, y no es así. Los narcomexicanos son pigmeos que trasladan el producto a los Estados Unidos, donde los bancos lavan el dinero", dice Fuentes.
El autor de "La muerte de Artemio Cruz" señala que el presidente mexicano, Felipe Calderón, debería tratar este asunto "con el presidente Obama" (Fuentes confía en que el candidato demócrata gane las próximas elecciones estadounidenses) para alcanzar "una política conjunta que permita combatir el narcotráfico".
Publicada por Alfaguara, "La voluntad y la fortuna" acude al mito de Caín y Abel, a la filosofía y la mitología para narrar la amistad entre dos jóvenes, Josué y Jericó, inseparables durante los años de colegio y distanciados luego a medida que la vida les obliga a optar por un camino u otro.
La original idea de convertir en narradora de la novela a la cabeza decapitada de Josué Nadal no se la inspiró la realidad mexicana, sino la lectura de "la historia de la Revolución francesa. Es terrible cómo se empezó a usar la guillotina, porque, para probar su eficacia, se guillotinaban cadáveres", recuerda.
La novela está situada en la época actual, pero evoca la historia de México del último siglo, una época, dice uno de los personajes, en la que todo ha sido "traición, mentira, crueldad y venganza".
Fuentes es muy crítico con la política mexicana en la novela, en la que en algún momento se dice que "es el refugio" para aquellos que no sirven para otra cosa. Pero hoy aseguraba que él siente "un gran respeto por la política, por los hombres de Estado".
"Eso es muy importante decirlo hoy, cuando todo el mito del mercado se derrumba ante nuestros ojos y cuando el estado nacional y la política vuelven a jugar un papel preponderante. ¿Quién nos iba a decir que el presidente George Bush, un apóstol del mercado libre, iba a tomar toda la economía para el Estado?", se preguntaba.
Fuentes no sabe vivir sin escribir y ya tiene en puertas un libro de cuentos y otra novela. Esta última se titula "Aquiles, o el guerrillero y el asesino" y cuenta la historia de Carlos Pizarro León Gómez, el guerrillero que fue candidato a la presidencia y que murió asesinado a tiros por un muchacho.
"En medio está toda la historia de la guerrilla colombiana un poco mitificada y novelizada", concluye Fuentes.
Ana Mendoza.