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Inspector del Banco de España: en 2010 la fusión que creó Bankia era viable
Del Río, que ha comparecido como testigo en el juicio por la salida a Bolsa de BANKIA (BKIA.MC) ha señalado que lo que vino después "no lo veía nadie", y a preguntas de las defensas ha añadido que este tipo de procesos "no son esclavos, sino rehenes de la evolución" del entorno.
Sobre la integración, el actual director del departamento de Inspección del Banco de España ha asegurado que el informe que realizó su equipo en aquellas fechas sobre Caja Madrid buscó debilidades que podrían subsanarse acudiendo a este proceso, aunque no se le obligó a fusionarse con sus otras seis homólogas.
En este sentido, ha indicado a la sección cuarta de la sala de lo Penal que la fusión fría beneficiaba a la caja que entonces lideraba Rodrigo Rato, más tarde presidente de Bankia, al ser una entidad con "mucha exposición con riesgo promotor" que en un hipotético escenario de crisis del sistema podría tener problemas para cumplir con las ratios de solvencia.
Además, ha señalado Del Río, la creación del grupo podía "generar entidades más eficientes y tener un banco para acceder a los mercados para que, en caso de necesidad, pudieran inyectar capital".
Del resultado de esta inspección, concluida en junio de 2010, se mantuvo informada puntualmente a la caja, que recibió por adelantado sus conclusiones a través del responsable de supervisión José Antonio Casaus.
"En mayo ya sabían más o menos los ajustes. Yo también envié algún correo. En ellos se decía el resultado de la integración, pero no que se tuvieran que integrar", ha dicho Del Río, quien ha incidido en que el informe final se conoció después de que las siete entidades aprobaran su fusión.
Con la declaración del inspector, la presidenta del tribunal Ángela Murillo ha suspendido la sesión, tras más de siete horas, que comenzaba con el interrogatorio del exdirector de Supervisión del organismo Mariano Herrera.
La vista se retomará mañana con las testificales del que fuera interventor general de BFA hasta mayo de 2011, Antonio Román, y del inspector del Banco de España Pedro Bravo.