CIJ comunicará "en breve" los plazos del juicio entre Bolivia y Chile por Silala
El encuentro de ambos países en La Haya se produjo dos semanas después de que la CIJ rechazara, por doce votos a tres, que Chile esté obligada a sentarse a negociar con Bolivia su salida soberana al mar, tal y como demandaba La Paz.
La reunión fue convocada por presidente de la CIJ, Abdulqawi Ahmed Yusuf, para explorar si el segundo proceso legal entre estos países, que trata el uso y estatus de las aguas fronterizas del Silala, debe continuar con una segunda ronda de alegatos escritos o pasar directamente a la fase de vistas orales.
La representante chilena explicó a los periodistas congregados frente a la CIJ que su país quiere "que el caso avance rápido" porque la evidencia presentada por Santiago es "contundente".
Preguntada por si Chile tiene la intención de presentar una réplica, lo que alargaría la fase escrita, Fuentes explicó que su país no la necesita, pero que la contrademanda presentada por Bolivia puede requerir "una alegación escrita adicional", que sería "muy breve".
El agente de Bolivia ante la CIJ, Eduardo Rodríguez Veltzé, explicó hoy a los periodistas que el hecho de que su país haya presentado la contrademanda "complejiza" el proceso legal, pues ambas partes "tienen pretensiones" sobre "la naturaleza y el uso de esas aguas".
Rodríguez prefirió no hacer declaraciones sobre el fondo del caso, pues la fase escrita del juicio es confidencial, y se limitó a indicar que la reunión de hoy había sido "provechosa".
Chile defiende que el Silala debe ser considerado un río internacional porque de los 8'5 kilómetros que mide, 4'7 están en su territorio, mientras que los restantes 3'8 kilómetros recorren Bolivia.
El Silala nace en el Potosí boliviano y cruza la frontera hasta desembocar en otro fluvial situado en Chile, el Inacaliri, pero su uso y estatus ha erosionado las relaciones entre Santiago y La Paz en los últimos veinte años.
Chile demandó a Bolivia en 2016 para evitar que el país vecino impidiera el flujo de esas aguas, pero Bolivia presentó el pasado agosto ante el mismo tribunal una contrademanda.
Según La Paz, las aguas del Silala eran originalmente unos manantiales, pero fueron canalizadas artificialmente hacia la frontera gracias a unas obras chilenas hechas a principios del siglo XX en territorio boliviano.
Por esa razón, Santiago haría un uso abusivo de las aguas del Silala, al no compensar económicamente a Bolivia, según este país.
La agente chilena explicó que dichos trabajos fueron realizados por una empresa privada, no por el Estado chileno, y que ésta recibió la autorización de Bolivia porque su objetivo era evitar la contaminación del agua.
Los trabajos buscaban "controlar que no se contamine el agua con la vegetación que le estaba creciendo por encima", pues dichas hierbas atraían a insectos cuyos huevos podían "ensuciar el agua", dijo Fuentes.
"El agua desciende por la pendiente del terreno, que es bastante fuerte, y solamente puede bajar hacia el territorio de Chile. No hay ningún desvío artificial, como señala Bolivia", concluyó la representante de Santiago, por lo que "ambos Estados tienen derecho a un uso razonable y equitativo de esas aguas".
Sobre la contrademanda de Bolivia, Fuentes aseguró que se trata de "una reelaboración de la defensa" que responde a los planteamientos presentados en la memoria inicial chilena.
David Morales Urbaneja