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Europa frena su normativa de derechos de autor y alivia a las tecnológicas

  • El texto exigía el control del 'copyright' a los usuarios de las plataformas
Foto: Archivo

Ignacio Faes
Madrid,

El rechazo del Parlamento Europeo a la normativa comunitaria sobre derechos de autor en el entorno digital ha supuesto un alivio y un soplo de tranquilidad para las plataformas digitales. El polémico texto que había preparado la Comisión de Asuntos Jurídicos del Europarlamento obligaba a las tecnológicas -como Google, Youtube o Facebook- a vigilar que los contenidos compartidos por sus usuarios a través de sus plataformas respeten las normas de copyright.

Ahora, la Eurocámara, con su votación del jueves, ha tumbado esta medida y ha bloqueado las negociaciones con el Consejo de la Unión Europea, que representa a los Estados miembros para su aplicación. De este modo, el Parlamento Europeo tendrá que pactar una nueva postura, que provocará otra votación en septiembre.

"Las presiones, la dificultad de aplicación y el sentir por parte de muchos de que esto es un movimiento libre, hizo que se viera como una restricción inadmisible que terminó por tumbar la propuesta", explica José Carlos Erdozain, director de la Asesoría Jurídica de PONS IP

Esta contingencia ha provocado el alivio de las firmas tecnológicas, que por el momento no tendrán que hacer cambios en sus plataformas, y de los propios usuarios. Precisamente, los días previos a la votación en el Parlamento Europeo, surgió en las redes sociales el movimiento #SaveYourInternet, que criticó de manera muy fuerte la normativa preparada por la Comisión de Asuntos Jurídicos de la Eurocámara. Wikipedia, incluso, llegó a retirar sus servicios como protesta.

Las exigencias se centraron sobre todo en dos artículos del texto que se sometió a votación, el 11 y el 13. El segundo establecía que "los proveedores de servicios de la sociedad de la información" están obligados a adoptar las "medidas adecuadas y proporcionadas" para garantizar "el correcto funcionamiento de los acuerdos alcanzados con los titulares de derechos para el uso de sus obras".

El texto añadía después que, cuando no existan tales acuerdos, las plataformas digitales deben tomar también las medidas "adecuadas y proporcionadas" para garantizar "que no se compartan ni estén disponibles aquellas obras o trabajo que puedan infringir los derechos de autor", mientras que aquellas que no lo hagan deben permanecer disponibles.

Por otro lado, el artículo 11 permitía a los medios de comunicación reclamar compensaciones a aquellas plataformas digitales en las que se compartan sus artículos o fragmentos de los mismos, con el objetivo de que los editores de noticias puedan obtener una remuneración "justa y proporcionada".

José Carlos Erdozain, director de la Asesoría Jurídica de PONS IP, destaca que esta normativa "torpedeaba el modelo de todas estas plataformas". El especialista explica que "lo que buscaba esta reforma era implantar un sistema totalmente contrario al que existe ahora. Obligaría a monitorizar una cantidad de contenidos que sería prácticamente imposible de abarcar".

Erdozain apunta que "las presiones, la dificultad de aplicación y el sentir por parte de muchos de que esto es un movimiento libre, hizo que se viera como una restricción inadmisible que terminó por tumbar la propuesta".

Por su parte, los artistas apoyaban estas medidas. El músico y miembro de The Beatles, Paul McCartney y el tenor Plácido Domingo, director de la Ópera Nacional de Washington y de la Ópera de Los Ángeles (California), firmaron una carta junto a otros 1.300 artistas que subrayaban que "la música y la cultura requieren del esfuerzo de muchas personas". De este modo, destacan que "generan también puestos de trabajo y crecimiento económico".