Ecoley
Juzgado de Santander condena a 15 meses de prisión al conductor de un dumper del que cayó un pasajero que falleció
SANTANDER (SAN.MC) 18 (EUROPA PRESS)
La juez sustituta del Juzgado de lo Penal número 3 de Santander ha condenado a 15 meses de prisión, al conductor de un dumper (autovolquete), que, tras ingerir bebidas alcohólicas, llevó en el vehículo, en una zona no habilitada para el transporte de personas, a un hombre de 62 años, que, en un giro, cayó a la calzada y falleció.
Según consta en la sentencia, recogida por Europa Press, y que suspende por dos años la ejecución de la pena privativa de libertad, los hechos por los que ha sido condenado Francisco L.I., ocurrieron el 16 de abril del año pasado.
El procesado había estado tomando bebidas alcohólicas en un bar junto con la víctima, y sobre las 2.15 horas, conducía por la Nacional 621 un vehículo Dumper tipo 150 DHX4, propiedad de una empresa constructora, llevando en la caja del vehículo, y sentado a su lado, pese a ser un lugar no habilitado para el transporte de personas, y sin ninguna sujeción, a José Manuel Gutiérrez Bedoya, de 62 años de edad.
Según relata la sentencia, al llegar a la intersección existente en el kilómetro 186,600 (partido judicial de San Vicente de la Barquera), el acusado giró a la izquierda para incorporarse a la vía, y a los pocos metros de la incorporación, su acompañante cayó al suelo y murió.
Al procesado le fueron practicadas las pruebas oportunas que, realizadas a las 4,24 y las 4,41 horas, arrojaron un resultado positivo de 0,74 y 0,73 miligramos por litro de aire espirado, respectivamente.
La sentencia explica que en el momento en que ocurrieron los hechos, el acusado presentaba síntomas de haber ingerido alcohol como ojos enrojecidos, habla pastosa y deambulación titubeante, entre otros.
Según explica el fallo judicial, la víctima había estado todo el día con el acusado, y ambos salían, dirección a su casa, del mismo bar en el que habían estado ingiriendo bebidas alcohólicas en similar medida, aceptando el primero, pese a conocer la ingesta alcohólica del procesado, sentarse en un lugar tan poco adecuado para el transporte.
La juez considera estos hechos constitutivos de un delito de homicidio imprudente y contra la seguridad del tráfico, por el que impone al acusado la pena de 15 meses de prisión, privación del derecho a conducir vehículos a motor y ciclomotores por un período de dos años, y el pago de las costas procesales.
La sentencia suspende por un plazo de dos años la ejecución de la pena privativa de libertad impuesta al procesado, a condición de que éste no vuelva a delinquir en dicho tiempo.