Exigen justicia a un año del asesinato de la ambientalista Berta Cáceres
"Justicia", se leía en la gran pancarta negra con letras en blanco que encabezaba la protesta, organizada por el Comité Cívico de Organizaciones Populares e Indígenas de Honduras (COPINH), del que Cáceres era coordinadora general.
"Es una manifestación para conmemorar lo que el COPINH llama la siembra de la vida de Berta Cáceres en la conciencia nacional", dijo a los periodistas Víctor Fernández, uno de los abogados de la familia de la líder indígena.
La marcha, en la que se demandó que este crimen no quede impune, llegó a las proximidades de la Corte Suprema de Justicia, que se encontraba bajo vigilancia policial.
Allí, Fernández presentó un recurso para que se cancele la concesión otorgada a una empresa para la construcción de un proyecto hidroeléctrico en el oeste del país, al que se oponía Cáceres por ser contaminante.
Berta Zúñiga, hija de la activista, mostró a los periodistas su inconformidad por "los vacíos" en la investigación de las autoridades hondureñas para esclarecer el crimen.
Solicitó que se investigue la autoría intelectual del asesinato de su madre y cuestionó "la poca voluntad del Estado" para "investigar a profundidad" el caso y "llegar a los verdaderos autores" del crimen.
Los manifestantes también pidieron a las autoridades la captura de los "autores intelectuales" de este asesinato.
En declaraciones a Efe, la directora de AI para las Américas, Erika Guevara-Rosas, expresó su solidaridad con los defensores de los derechos humanos y pueblos indígenas cuando se cumple un año del asesinato de Berta Cáceres.
Lamentó que Cáceres fuera asesinada por "la defensa de los derechos humanos" y exigió al Estado hondureño que "se haga justicia para Berta".
Además, manifestó su preocupación por que las investigaciones realizadas hasta ahora "no indican que se llevará ante la justicia a los autores intelectuales" y denunció que Honduras es uno de los países del mundo "más peligrosos" para los defensores de los derechos humanos.
La presidenta de la Organización Fraternal Negra de Honduras (Ofraneh), Miriam Miranda, dijo a Efe que Berta Cáceres fue asesinada "por defender los bienes comunes de la naturaleza" y resaltó la importancia de salvaguardar los recursos naturales.
"Nos van a seguir presentando un montón de personas, pero (no) los que dieron la orden, los que pagaron para que la mataran; no estamos conformes, exigimos una verdadera aplicación de justicia", recalcó.
Miranda exigió al Estado hondureño que "se haga responsable", pues, en su opinión, el Gobierno "es responsable del asesinato de Berta Cáceres porque está en la obligación de garantizar los derechos de los pueblos indígenas".
La activista medioambiental fue asesinada a tiros en su casa, en la ciudad hondureña de La Esperanza, el 3 de marzo de 2016, pese a contar con medidas cautelares de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) para protegerla de las constantes amenazas que recibía.
En el momento de los hechos, Cáceres estaba durmiendo en su vivienda, donde tenía como huésped al también ambientalista mexicano Gustavo Castro, único testigo del crimen y quien sufrió una herida leve de bala en una oreja.
Por este caso hay ocho personas detenidas, pero los familiares exigen la captura de los autores materiales e intelectuales de un asesinato que causó conmoción a nivel nacional e internacional.