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Condenan a 89 años a "Casper" y a decenas de años a los miembros de su banda



    Madrid, 9 jun (EFE).- El Tribunal Supremo ha condenado a 89 años de cárcel a Ángel Suárez Flores "Casper", a quien la Audiencia Nacional había castigado con 90 años de prisión en una sentencia que el alto tribunal ha mantenido en lo esencial y que imponía decenas de años de pena a los miembros de la banda del citado narcotraficante.

    Así, el Supremo, aunque modifica a la baja algunas de las penas de cárcel y multas impuestas a "Casper" y a los miembros de su banda, condena a otras 15 personas a penas de entre 1 y 43 años de prisión.

    A Ángel Suárez el Supremo le condena por delitos de torturas, amenazas, lesiones, tráfico de drogas, detención ilegal y tenencia ilícita de armas cometidos mediante conductas como apoderarse de cargamentos de droga de otros narcotraficantes mediante métodos violentos y, en ocasiones, usando disfraces de guardias civiles.

    La sentencia confirma en lo esencial la dictada por la Audiencia Nacional el 29 de abril de 2015, de modo que en relación a "Casper" sólo se le reduce la condena en un año por uno de los delitos de lesiones por los que fue condenado.

    Esta misma rebaja afecta también a otros miembros de la banda, si bien continúa fijada como cantidad máxima efectiva de cumplimiento de las penas de prisión impuestas a cada uno de ellos, la de veinte años.

    Así mismo, el Supremo rebaja la indemnización civil a favor del testigo protegido de 50.000 euros a 20.000 euros, así como reduce la pena de multa establecida por el delito contra la salud pública a 6 millones de euros en lugar de los 9 millones de euros.

    En su sentencia, ahora confirmada en lo básico, la Audiencia Nacional condenó a los dieciséis integrantes de la organización liderada por "Casper" por integrar un grupo cuya finalidad, entre otras muchas actividades delictivas, era la de apoderarse de contenedores para sustraer estupefaciente a otros traficantes en los llamados "volcados de droga".

    Para conseguir sus objetivos los condenados se hacían pasar por guardias civiles e incluso en algún caso por un juez y no dudaban en infringir torturas, amenazas e incluso detenciones ilegales.

    La sentencia relata que Casper diseñó un plan para apoderarse de dos contenedores de los que tenía conocimiento que iban a llegar al puerto de Algeciras (Cádiz) procedentes de Bolivia en diciembre de 2009, uno de ellos con 211 kilos de cocaína valorados en seis millones de euros y el otro con una cantidad indeterminada, para lo cual alquiló un chalet en Manilva (Málaga).

    La banda vigiló durante varios días en Algeciras a la empresa que iba a gestionar los contenedores con sofisticados sistemas tecnológicos como seguidores GPS y cámaras ocultas y alquilaron una nave en esta localidad.

    A la vista de que no obtenían la información necesaria "Cásper" decidió capturar al jefe de la sucursal de la citada empresa para lo que se hicieron pasar por guardias civiles y lo llevaron a la nave donde le infligieron "toda suerte de malos tratos".

    La sentencia relata que le dejaron en ropa interior y le envolvieron la cabeza con cinta diciéndole que era para que no salieran los fluidos al dispararle, además de propinarle puñetazos y patadas.

    Este hombre les dijo que uno de los contenedores de droga que buscaban ya había sido despachado y para estar seguros de que decía la verdad le cortaron parcialmente el dedo pulgar del pie izquierdo con un machete.

    Finalmente consiguieron que les diera el nombre del encargado de tramitar los contenedores, ante lo que le pusieron en libertad pasadas veinte horas.

    La banda secuestró después al encargado de los contenedores, al que mantuvieron en la nave durante cinco horas enseñándole el dedo cortado al otro hombre y un machete para atemorizarle mientras le golpeaban repetidamente con puñetazos y patadas y amenazaban con actuar contra él y su familia.

    Este hombre, que tenía conocimiento de que el contenedor llevaba cocaína, les facilitó la información que le solicitaban y se comprometió a ayudarles a hacerse con la droga que buscaban.

    Los narcotraficantes a los que iba destinada la droga recogieron el contenedor con 211 kilos de cocaína en el parque empresarial de Jerez de la Frontera (Cádiz).

    Por su parte, la banda de Casper retuvo en una finca de Lebrija (Sevilla) al hermano de uno de los narcotraficantes que llevaba la droga e interceptaron a tres miembros del otro grupo cuando llegaban a este lugar para lo que se hicieron pasar por guardias civiles e incluso algunos por secretario judicial y por juez.

    Para que les dijeran dónde estaba la droga golpearon durante horas violentamente con instrumentos contundentes a las tres personas a las que retuvieron hasta que consiguieron su propósito de apoderarse del estupefaciente, lo que les generó abundantes beneficios.