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El juicio por el crimen de Carrasco recupera el día perdido por la ausencia del abogado de Gago



    León, 4 feb (EFE).- El juicio por el asesinato de la presidenta de la Diputación de León Isabel Carrasco recupera hoy la jornada que en principio estaba fijada para el pasado 27 de enero y que se tuvo que suspender por la misteriosa ausencia del letrado Fermín Guerrero, que representa a una de las acusadas.

    El pasado miércoles Guerrero, que representa a la policía local Raquel Gago, no se presentó en la Audiencia de León y su ausencia y la imposibilidad de contactar con él levantó una gran alarma.

    Se registró la vivienda en la que duerme durante los días del juicio y decenas de policías locales lo estuvieron buscando por toda la ciudad, hasta que pudo ser localizado a primera hora de la tarde.

    Tras ser hallado en una céntrica calle de León por una patrulla de la Policía Local, el letrado fue trasladado a Comisaría, donde declaró que su desaparición había sido voluntaria y se debía exclusivamente a "motivos personales imprevistos" y ajenos a su voluntad".

    También negó que la ausencia se debiera a ninguna estrategia legal, ya que "no beneficiaría en nada" a su patrocinada.

    Ya el jueves y tras reanudarse la vista oral, el abogado pidió perdón en la sala y dijo que había dado las pertinentes explicaciones al presidente del tribunal y a su defendida, quien mantiene su confianza en el letrado.

    Unas explicaciones que, además, Guerrero tendrá que ofrecer por escrito en una pieza independiente de la causa para determinar si ha incurrido en alguno de los delitos recogidos por la ley para estos casos.

    La jornada de hoy, que ha comenzado a las 09.15 horas es de especial relevancia para Raquel Gago, ya que declarará su hermana y una amiga suya que asegura que no vio el bolso con el arma homicida cuando entró en su coche poco después del crimen.

    Gago entregó el arma en Comisaría treinta horas después del crimen y aseguró que no sabía como había llegado hasta ahí, si bien explicó que la debía haber dejado su amiga Triana Martínez, con quien se encontró "casualmente" minutos después del crimen.

    Durante su declaración en la segunda jornada del juicio, la policía local respondió a la pregunta que siempre se le ha hecho: ¿por qué no se impuso su faceta profesional y acudió a la Policía ese mismo día para decir que había visto a Triana después del crimen?. Su explicación fue que no podía creer lo que había sucedido y se bloqueó.