Ecoley
La madre del joven con "affluenza" extraditada a Texas
Couch aterrizó en el aeropuerto de Dallas-Fort Worth proveniente de Los Ángeles en un vuelo comercial de la aerolínea American Airlines y fue puesta bajo custodia de los agentes del sheriff del condado de Tarrant, que la trasladaron a la cárcel.
Su llegada a Texas levantó mucha expectación y fue retransmitida en directo por una multitud de televisiones locales que también la esperaron para grabar su ingreso en la penitenciaría.
Está previsto que Couch comparezca mañana ante el juez que debe decidir si puede quedar bajo libertad condicional previo pago de una fianza de un millón de dólares.
Si ese es el caso, se le instalará un dispositivo GPS para monitorear sus movimientos.
Tonya Couch y su hijo, Ethan, fueron detenidos la semana pasada en Puerto Vallarta (México), tras una sonada fuga que crispó la opinión pública estadounidense.
Ethan sigue bajo custodia de las autoridades mexicanas después de que su abogado interpusiera con éxito un recurso para obstaculizar su extradición.
"No hay nada que podamos hacer desde aquí. Lo estamos esperando para cuando llegue. Vamos a traerlo de vuelta, aunque cabe esperar que utilice todas las artimañas a su alcance", dijo desde el aeropuerto el sheriff del condado de Tarrant, Dee Anderson.
En junio de 2013 y con apenas 16 años, el joven mató a cuatro personas en Texas cuando conducía borracho, pero logró evitar la cárcel tras ser diagnosticado con "affluenza": su vida en el seno de una familia rica había sido tan fácil que no conocía de límites ni consecuencias.
La jueza Jean Boyd lo mandó entonces a un centro de rehabilitación y lo condenó a diez años de libertad condicional en los que le prohibía conducir, tomar drogas o alcohol, una sentencia que suscitó una gran polémica a finales de ese año.
Lejos de escarmentar, hace unas semanas apareció en las redes sociales un vídeo casero en el que supuestamente aparecía Couch ingiriendo alcohol en una fiesta y, por lo tanto, violando los términos de su libertad condicional.
Fue entonces cuando madre e hijo se fugaron a México para eludir un nuevo castigo contra el joven, pero fueron detenidos el pasado 28 de diciembre en Puerto Vallarta.
La mujer enfrenta un proceso que puede acarrear entre 2 y 10 años de cárcel por obstaculizar a la justicia.