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Denuncian por problemas de seguridad el auge de fotografías entre etarras y sus familiares dentro de las cárceles
MADRID, 15 (EUROPA PRESS)
CSIF analizará el auto de la Audiencia Nacional, que autorizó la entrada de una cámara desechable en las salas donde los reclusos se reúnen con sus allegados, con el fin de realizar una propuesta para salvaguardar la seguridad de todos los funcionarios.
El sindicato defiende que la cámara debe ser facilitada desde los propios centros y que siempre estén presentes al menos dos trabajadores cuando se realicen las fotografías con el fin de que no se capten imágenes "no deseables", como las de empleados públicos. Propone también que la cámara se devuelva a la salida y la cárcel efectúe el revelado de los retratos para entregarlos después a los familiares.
CSIF ha detectado un incremento de las solicitudes de familiares de presos de ETA que cumplen condena en las cárceles de Huelva, Monterroso (Lugo), Puerto de Santamaría (Cádiz) o Badajoz para introducir cámaras en los centros e inmortalizar los momentos que pasan junto a sus allegados.
El sindicato ha advertido que se trata de una situación inédita toda vez que los reglamentos penitenciarios prohíben la introducción de teléfonos móviles, cámaras u ordenadores incluso para el caso de los funcionarios. Añade que esta situación no se está produciendo con el resto de presos comunes y que nace a raíz de un auto referido a un "caso particular" que se está generalizando entre los reclusos de ETA.