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La hora de llegada de un vuelo es la de la apertura de la puerta del avión
- El fallo niega que sea el momento cuando la ruedas tocan la pista
La hora de llegada, utilizada para determinar la magnitud del retraso sufrido por los pasajeros de un vuelo, corresponde al momento en que se abre al menos una de las puertas del avión, dado que en ese momento se permite a los pasajeros abandonar el aparato, según establece una sentencia del Tribunal de Justicia de la Unión Europea (Tjue), de 4 de septiembre de 2014.
El ponente, el magistrado Jirí Malenovský, considera que el concepto de hora de llegada efectiva "no puede definirse contractualmente, sino que debe interpretarse de manera autónoma y uniforme".
Por ello, señala que durante el vuelo, los pasajeros permanecen confinados en un espacio cerrado, bajo las instrucciones y el control del transportista aéreo, donde, por razones técnicas y de seguridad, sus posibilidades de comunicación con el mundo exterior se encuentran considerablemente limitadas.
Falta de libertad de gestión
En tales circunstancias, los pasajeros se ven en la imposibilidad de gestionar sus asuntos personales, familiares, sociales o profesionales. Si bien tales inconvenientes deben considerarse ine- vitables siempre que el vuelo no exceda de la duración prevista, no ocurre lo mismo en caso de retraso, habida cuenta, en particular, de que los pasajeros no pueden utilizar ese tiempo perdido para alcanzar los objetivos que los motivaron a elegir precisamente ese vuelo.
Por lo tanto, concluye el ponente que el concepto de hora de llegada efectiva debe entenderse en el sentido de que corresponde al momento en que se pone fin a la citada situación de inconveniencia.
La situación de los pasajeros no cambia sustancialmente cuando las ruedas del avión tocan la pista de aterrizaje ni cuando el avión alcanza su posición de estacionamiento, pues los pasajeros siguen estando sujetos a varias limitaciones, confinados en un espacio cerrado.
Así, los pasajeros sólo pueden reanudar sus actividades habituales en el momento en que se les permite abandonar el aparato, y en el que a tales efectos se ordena abrir las puertas del avión.