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Inician el juicio contra los policías acusados de la mayor matanza en una cárcel de Brasil



    Sao Paulo, 17 feb (EFE).- La elección de un jurado integrado por siete hombres dio inicio hoy al juicio contra 15 de los policías acusados de la matanza de 111 presos ocurrida en 1992 en la cárcel de Carandirú, que era el mayor penal de la ciudad brasileña de Sao Paulo antes de su desactivación.

    Los 15 policías que ocupan desde este lunes el banquillo de los reos son juzgados por el homicidio de ocho de los presos y por el intento de homicidio de otros dos, en la tercera de las cuatro fases del proceso, que en sus dos primeras etapas condenó a 48 agentes como autores de las muertes de 82 reclusos.

    En las primeras etapas, concluidas el año pasado, es decir 21 años después del múltiple crimen, 23 de los policías acusados fueron condenados a penas de 156 años de prisión y otros 25 a condenas de 624 años.

    En 2001, un juez condenó al coronel de policía Ubiratan Guimaraes, que comandó la operación en el presidio, a 632 años de prisión por la muerte de 102 de los presos, pero ese juicio fue anulado en 2006 por un tribunal de segunda instancia y el oficial fue asesinado meses después.

    La matanza ocurrió en octubre de 1992, en vísperas de elecciones municipales, cuando la Policía Militarizada de Sao Paulo, la mayor ciudad brasileña, invadió el presidio para ponerle fin a un supuesto motín con presos armados.

    En la audiencia iniciada este lunes en el Foro Criminal de Barra Funda, que puede prolongarse por una semana, son juzgados los policías que estaban en el cuarto piso del noveno pabellón de Carandirú durante la que es considerada la mayor matanza carcelaria en la historia de Brasil.

    Los jurados escucharán inicialmente a seis testigos de la acusación y a cinco de la defensa, antes de interrogar directamente a los reos y de que tanto la fiscalía como la defensa presenten sus argumentos.

    Mientras que la acusación alega que los presos fueron ejecutados, en muchos de los casos a quemarropa y cuando ya estaban rendidos, la defensa asegura que los policías actuaron en legítima defensa y cuando eran atacados por amotinados armados.

    La cárcel, entonces la mayor de Sao Paulo con unos 8.000 internos, era considerada por organizaciones de derechos humanos como la mejor muestra del caos del sistema penitenciario de Brasil.

    El presidio fue desactivado en 2002 y el lugar fue convertido en un parque público.

    El caso fue llevado al cine a través de la galardonada película "Carandirú", del director argentino Héctor Babenco, y también a la literatura, con libros como "Estaçao Carandirú", del médico y presentador de televisión Drauzio Varela, quien en la época trabajaba en el presidio.