La criminalidad bajó un 3 por ciento en la Comunidad de Madrid y un 4 por ciento en la capital
Así lo ha explicado hoy la delegada del Gobierno en Madrid, Cristina Cifuentes, en una rueda de prensa en la que ha hecho balance de los dos años que lleva al frente de la institución y en la que ha estado acompañada por el jefe superior de Policía de Madrid, Alfonso José Fernández, y el coronel jefe de la Comandancia de Madrid, Santiago Caballero.
Cifuentes ha explicado que está "razonablemente satisfecha porque las cosas han ido razonablemente bien" en estos dos años, que han transcurrido "en un momento de extrema dificultad para todos, en los peores años de la crisis económica", por lo que se temía que los datos de seguridad ciudadana no fueran buenos.
A diferencia de 2012, cuando se produjo una subida del 0,2%, la tasa de criminalidad ha descendido en 2013, lo que para la delegada es "una noticia muy positiva" a pesar de que "nunca se puede hablar de satisfacción en seguridad ciudadana, porque requiere un trabajo constante, y mientras haya un delito no puede haber satisfacción plena".
En concreto, en 2013 la delincuencia ha descendido un 3% en toda la Comunidad de Madrid y ha bajado un 4% en la capital, en la que se han contabilizado 9.935 delitos y faltas menos que en 2012.
En toda la región se contabilizaron en 2013 un total de 34 homicidios (21 en la capital), lo que supone 15 menos que en 2012 (un 44% menos), mientras que la eficacia policial en la resolución de los crímenes se ha situado en el 81%.
La delegada ha lamentado que, por el contrario, el número de mujeres muertas por violencia machista haya pasado de 6 en 2012 a 9 en 2013 y se ha comprometido a "seguir trabajando de manera incansable para que no haya ni una sola víctima".
Uno de los objetivos prioritarios de Cifuentes cuando tomó posesión como delegada fue mejorar los datos de seguridad ciudadana elaborando un plan estratégico que diera lugar a un nuevo modelo de seguridad integral que incluyese acciones preventivas, y que según ha explicado ha dado resultados, ya que "la bajada de la inseguridad que se ha constatado no es algo que ocurre de manera casual".
Las seis líneas estratégicas del nuevo modelo de seguridad son reforzar la cooperación con los ayuntamientos y la coordinación entre las fuerzas de seguridad; potenciar la policía de proximidad; atajar la delincuencia organizada y los grupos que operan en zonas concretas de la capital; incrementar la lucha contra la ciberdelincuencia; extender los programas preventivos entre escolares e impulsar la participación ciudadana en materia de seguridad.
Así, en los dos últimos años se han llevado a cabo 18 operaciones conjuntas de Policía Nacional y Guardia Civil, con 509 delitos esclarecidos, se han desarticulado 456 grupos criminales con 3.204 detenciones y han sido arrestadas 475 personas de grupos radicales, tanto de extrema derecha (235) como de extrema izquierda (240).
También han sido detenidos 341 miembros de bandas latinas, se han llevado a cabo 394 operaciones contra el tráfico de estupefacientes, y han sido desarticuladas 62 organizaciones criminales dedicadas al tráfico de seres humanos con fines de explotación sexual, con 180 detenidos y 160 mujeres liberadas.
El segundo objetivo prioritario de la Delegación del Gobierno es garantizar el ejercicio de los derechos y libertades de los ciudadanos, algo que según Cifuentes "ha sido garantizado plenamente por la Delegación del Gobierno y protegido por las fuerzas y cuerpos de seguridad".
En este sentido, ha explicado que en los dos últimos años se han celebrado 7.773 manifestaciones y concentraciones (3.419 en 2012 y 4.354 en 2013), lo que supone una media de once al día y más que las 7.082 celebradas en los cinco años anteriores, entre 2077 y 2011.
"A los que dicen que la Delegación del Gobierno aplica criterios restrictivos, les digo que los datos lo desmienten por completo", ha dicho Cifuentes, que ha detallado que esta institución solo ha prohibido dos manifestaciones en dos años y que solo en ocho de las casi 8.000 manifestaciones celebradas los antidisturbios cargaron contra los manifestantes.
En su opinión, esta cifra demuestra que no es real "la impresión que se quería trasladar de un estallido social" y que la mayoría de las protestas discurrieron de forma pacífica.