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SAP-UGT pide cámaras interiores y exteriores para los vehículos de los Mossos



    Barcelona, 19 nov (EFE).- El sindicato policial SAP-UGT ha pedido hoy al Departamento de Interior reabrir el debate sobre el uso de pistolas eléctricas e incorporar cámaras en la flota de los Mossos d'Esquadra, para que graben imágenes y sonido de lo que ocurre tanto en el interior como en el exterior del vehículo.

    En declaraciones a Efe, el portavoz del SAP-UGT, Valentín Anadón, ha explicado que con la instalación de estas cámaras, debidamente señalizadas, pretenden dar una garantía jurídica a los agentes ante posibles denuncias falsas por malos tratos para que su actuación quede registrada tanto en el interior del vehículo, cuando por ejemplo trasladan a un detenido, como en el exterior, en operaciones como la reducción y detención de un sospechoso.

    La propuesta de SAP-UGT, que se formalizará oficialmente ante la consellería en breve, pretende lograr el efecto disuasorio ante falsas denuncias por malos tratos que se ha obtenido con las cámaras ubicadas en el interior de los calabozos de las comisarías, que fueron instaladas durante el mandato del entonces conseller Joan Saura en medio de fuertes críticas.

    Según Anadón, la cámara en el interior del vehículo dejaría constancia, por ejemplo, de si un detenido se autolesiona dándose golpes mientras es trasladado en comisaría.

    Respecto a las cámaras exteriores, la intención del sindicato es que se activen en el momento en que se lleva a cabo una intervención, por ejemplo una reducción o una detención, para así tener siempre una prueba de cómo ha transcurrido la intervención policial.

    Anadón considera que la cámara exterior del vehículo policial habría permitido, por ejemplo, tener una imagen de toda la secuencia sobre la reducción en el Raval del empresario Juan Andrés Benítez, por cuya muerte una juez ha imputado a ocho agentes de la policía catalana.

    Además de grabar las imágenes, el sindicato también propone que las cámaras registren el sonido, para así poder captar si los agentes reciben amenazas verbales.

    Paralelamente, el sindicato SAP-UGT también ha pedido a la consellería de Interior que reabra el debate sobre la idoneidad de dotar a los Mossos d'Esquadra de pistolas eléctricas -conocidas popularmente con el nombre de las marcas Taser o Stinger-, ya que entiende que podrían ser de utilidad en casos en los que el detenido ofrece resistencia violenta, ya que disparan una descarga eléctrica que deja inmovilizado al delincuente durante unos cinco segundos.

    Anadón ha pedido que se analicen los pros y los contras de este tipo de armas eléctricas, que ya utilizan algunas policías locales en España, porque entiende que serían un paso intermedio entre el uso de las manos o de las porras y de las armas de fuego.

    Según el portavoz sindical, en el caso de Benítez, por ejemplo, si los agentes hubieran dispuesto de una pistola eléctrica habrían podido emitir una descarga para inmovilizar al empresario sin la necesidad de que hasta ocho agentes se abalanzaran encima suyo.

    Este tipo de pistolas eléctricas están tan tecnificadas que algunos de los modelos disponen incluso de una cámara incorporada que se activa cuando el agente desenfunda, de forma que queda grabado todo el proceso de reducción y el tiempo que dura la descarga eléctrica.

    La exconsellera de Interior Montserrat Tura (PSC) adquirió para los Mossos d'Esquadra seis pistolas Taser para evaluar su funcionamiento, aunque desde entonces no se han usado y su sucesor, Joan Saura, elaboró una directiva interna sobre el uso de armas y herramientas policiales que excluyó de forma expresa su utilización.

    Posteriormente, el conseller Felip Puig rechazó en mayo de 2011 una propuesta del sindicato SME-CCOO y descartó que los Mossos d'Esquadra utilizaran las pistolas eléctricas, alegando que existen informes internacionales que advierten de su peligrosidad.

    Pese a que se consideran un arma no letal, las pistolas eléctricas han provocado la muerte de algunas personas que han recibido la descarga, hasta el punto que un informe de Amnistía Internacional atribuye a las pistolas Taser 497 muertes entre 2001 y 2011.