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El llanto y el dolor envuelven el último adiós a los seis mineros fallecidos



    Santa Lucía de Gordón (León), 30 oct (EFE).- El llanto y el dolor han envuelto en Santa Lucía de Gordón (León) el funeral oficiado hoy por los seis mineros que murieron en una mina leonesa, en un abarrotado polideportivo que se ha quedado pequeño para acoger a los cientos y cientos de asistentes.

    Con visible emoción contenida, el obispo de León, Julián López, ha presidido el funeral, que ha durado algo más de una hora y en el que ha recordado a los asistentes, muchos de ellos familiares y allegados de las víctimas, que "la vida humana es nuestro mayor tesoro", pero que "es un bien demasiado frágil".

    La multitud se ha agrupado más de una hora antes de empezar la misa, que comenzó a las 11.00 horas, en el exterior del pabellón, y han seguido el funeral inmóviles, a través de la megafonía, los representantes de instituciones, partidos políticos y sindicatos que han acudido.

    Entre ellos, se encontraba el presidente de la Junta de Castilla y León, Juan Vicente Herrera, quien ha explicado, al ser preguntado por los periodistas, que se ha quedado afuera del templo en señal de "respeto" a la familia.

    El primero de los cinco coches fúnebres en llegar lo hizo a las 10.20 horas y, a continuación, lo hicieron los otros cuatro; detrás de cada uno de los vehículos iban los familiares, con lágrimas y rotos por el dolor.

    El sexto fallecido, natural de Pola de Lena (Asturias), el único que no es oriundo de la provincia de León, no estaba de cuerpo presente, ya que ayer fue ya trasladado a su pueblo natal.

    Desde la megafonía se han escuchado las palabras del obispo, que ha comenzado la Eucaristía lamentando esta "trágica muerte", por la que todos se sienten "abrumados".

    "No sabemos encontrar palabras, pero no podemos con todo desesperarnos", ha dicho el prelado.

    López ha reconocido que "no es fácil, en estas dolorosas circunstancias, vivir en la fe".

    El obispo, que nada más ocurrir anteayer el accidente fue uno de los primeros que acudió a la mina, ha destacado la "solidaridad" que reinó en el lugar de la tragedia, empezando por los propios trabajadores.

    "Pese a todo, Dios es fiel. La muerte no es el final del camino", ha afirmado durante la misa.

    Al funeral, han asistido además el delegado del Gobierno en Castilla y León, Ramiro Ruiz Medrano; el secretario de organización del PSOE, Óscar López; los diputados del PSOE e IU Julio Villarrubia y Gaspar Llamazares, respectivamente, y la presidenta de la Diputación de León, Isabel Carrasco, además de dirigentes sindicales.

    El funeral concluyó una hora después de comenzar con un aplauso para los féretros que iban abandonando el lugar y después del grito de "Vivan los Mineros (MINEROS.CO) y la entonación del himno Santa Bárbara Bendita, patrona de los trabajadores de las minas.

    Antes de concluir la eucaristía, un portavoz de los familiares de los fallecidos se dirigió a los asistentes y dijo: "que Dios perdone a los responsables" de este accidente.

    Posteriormente, intervino una mujer, quien afirmó que "se podía haber evitado" esta tragedia y arremetió contra el "director" de la Hullera Vasco Leonesa, sociedad a la que pertenece el pozo Emilio, ubicado en Llombera de Gordón, donde se produjo anteayer un escape de gas por el que perecieron los seis mineros.

    Por último, el obispo ha transmitido a los asistentes el pésame del Arzobispado de Santiago, de Valladolid, de Astorga y Cantabria así como Mondoñedo de Ferrol, además de un misionero leonés.

    En este accidente resultaron heridos otros cinco trabajadores, cuatro de ellos en situación estable y con evolución favorable en el Hospital de León, mientras que el quinto, en principio en estado crítico, está consciente, aunque dentro de la gravedad, según el último parte médico.