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Las autoridades confirman que el principal sospechoso incendió el autobús con gasolina
Expertos del Ministerio de Seguridad Pública y del Departamento provincial de esta cartera confirmaron que el principal sospechoso, Chen Shuizong, nativo de la ciudad de Xiamen, en el sureste de China y lugar del suceso, compró gasolina en una tienda de la citada localidad el miércoles pasado y la llevó desde su casa hasta el autobús, el día del suceso.
Varios testigos confirmaron a la Policía haber visto a Chen provocar el incendio del transporte una vez en marcha y tras subirse con un carrito de mano y una gran bolsa, según recoge hoy la agencia oficial Xinhua.
Las autoridades encontraron restos del citado carrito y de la bolsa en el lugar del suceso, según los resultados de las investigaciones.
El siniestro ocurrió el viernes a las 18.20 (10.20 GMT), cuando 90 personas viajaban en el autobús, de las cuales 47 fallecieron y 34 resultaron heridas.
Entre los pasajeros había 15 estudiantes, siete de los cuales están recibiendo tratamiento médico, mientras que los ocho restantes continúan desaparecidos.
Desde entonces, no se ha proporcionado más información sobre el estado de salud de las víctimas.
Tras conocerse el trágico suceso, las autoridades chinas lo atribuyeron casi de forma inmediata a un "grave acto criminal".
Posteriormente, culparon a Chen, de 59 años, de haber cometido el incendio para "vengarse de problemas personales", en base a las muestras de ADN recogidas y la investigación policial.
Como indicios que apuntaban a que se trataba de un incendio provocado las autoridades señalaron que las ruedas y el depósito de combustible del autobús estaban intactos, por lo que descartaron que el siniestro se debiera a un problema de seguridad.
Además, los agentes encontraron notas en la vivienda del sospechoso que indicaban que se sentía descontento y pesimista sobre su vida y que planeaba el incendio como venganza por problemas personales, si bien no fue hasta el día de hoy cuando se confirmó que las cartas habían sido escritas por el supuesto pirómano.