Comienza el juicio por los crímenes coordinados entre las dictaduras suramericanas
Además de Videla y Bignone, entre los 25 acusados figuran el exministro del Interior de la dictadura argentina (1976-1983) Albano Harguindeguy, el exgeneral Luciano Benjamín Menéndez, que acumula siete condenas por cadena perpetua, y los también exaltos cargos militares Antonio Bussi, Santiago Riveros y Ramón Díaz Bessone.
El único extranjero que se sienta en el banquillo es el uruguayo Manuel Cordero, que fue extraditado desde Brasil y está acusado de privación ilegítima de la libertad.
El Tribunal Oral en lo Federal 1 de Buenos Aires juzga los delitos cometidos contra 106 víctimas, de las que 48 son uruguayas y las demás de nacionalidad argentina, paraguaya, chilena, boliviana y peruana.
"Este juicio tiene una importancia fundamental porque demostrará que hubo una asociación ilícita de las dictaduras suramericanas para detener y hacer desaparecer a opositores políticos y permitirá que todas las víctimas del continente obtengan justicia", declaró a Efe la abogada querellante Alcira Ríos.
El Plan Cóndor fue implementado por las dictaduras de Chile, Argentina, Brasil, Uruguay, Bolivia, Perú, Ecuador y Paraguay para compartir información, perseguir, asesinar, desaparecer o deportar a disidentes fuera de sus países durante la década de los 70 y 80.