El líder de la trama china tenía pensado irse a su país a finales de este año
Según han informado fuentes de la Fiscalía, la semana pasada se decidió detener a las más de cien personas supuestamente implicadas en la trama por varios motivos, entre ellos que el supuesto cabecilla de la organización tenía pensado regresar a China antes de que acabara este año.
Al parecer, Gao Ping no había comunicado esta intención a su mujer, Lizhem Yang, quien sin embargo es una pieza "nada accesoria", sino "importante" en el entramado.
Por el momento han sido detenidas 87 personas y se han intervenido 11,6 millones de euros en efectivo.
Otro de los motivos para culminar la operación y proceder a las detenciones es la sospecha de que la red iba a extender sus actividades a Portugal, lo que se sumó a la magnitud de informaciones recabadas y de las personas investigadas.
Todo ello hizo que las detenciones se practicasen, y ahora el criterio de la Fiscalía Anticorrupción es limitar en lo posible las peticiones de prisión provisional.
De hecho, el juez Fernando Andreu ha decretado prisión incondicional para 47 de los 82 arrestados a los que ha tomado declaración, mientras que para 23 ha decretado prisión pero eludible bajo fianza y ha dejado en libertad a 12.
Las investigaciones revelaron que el responsable máximo de la organización era Gao Ping, que lideraba un entramado con cuatro estructuras: una estructura económica que englobaba los comercios, otra financiera para el blanqueo de capitales, una estructura institucional con la que trataban de llegar a personas con poder, como funcionarios públicos, y una estructura violenta o coercitiva para mantener sometidos a los implicados.
Las fuentes han destacado que, aunque la mayoría de los detenidos son chinos, en la trama también había un importante número de españoles o de ciudadanos chinos con un buen conocimiento del castellano y perfectamente integrados en la sociedad española.
Los implicados en la red mafiosa no solían cambiar de teléfono móvil, ya que utilizaban compañías chinas y creían que, o no les podían interceptar las llamadas, o que no les iban a entender porque se comunicaban en chino.
Pero los investigadores sí pincharon sus teléfonos y tradujeron lo que decían, consiguiendo información muy útil para desmantelar la organización.
Las fuentes de la Fiscalía han precisado que se trata del proceso más importante que ha llevado a cabo la Audiencia Nacional hasta el momento, y que con su culminación se han cumplido los dos objetivos principales que se había marcado la Fiscalía Anticorrupción.
Uno era recuperar parte del dinero que trataba de blanquear o evadir la organización delictiva, "que estaba absolutamente descontrolado", y el segundo transmitir a la comunidad china el mensaje de que en España no se permiten este tipo de actividades y además se lucha contra los extorsionadores, que pueden y deben ser denunciados.